El Gobierno admite que es “difícil” el acuerdo sobre convenios tras el “giro” de la CEOE
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- Cree que puede haber intereses políticos el cambio en la postura de la patronal
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El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, admitió este martes que es “difícil” que los agentes sociales logren un acuerdo sobre la reforma de la negociación colectiva tras el “endurecimiento” en la postura de la CEOE.
En una entrevista concedida a Servimedia, Gómez afirmó que es “cierto” que la patronal “ha endurecido su propuesta” en la reunión que mantuvo este luens con los sindicatos y añadió que eso ha “alejado el terreno del posible acuerdo”. Para el ministro, ésta es “una mala noticia” y añadió que podría “estar anunciando el fracaso” de la negociación.
En este sentido, aseguró que “hasta el final de la negociación” ha sido “optimista”, pero admitió que si la posición final de CEOE es la que se expresa en el documento que entregó ayer a los sindicatos, “va a ser difícil obtener un acuerdo”.
En esta línea, el responsable de Trabajo señaló que antes del pasado fin de semana el Gobierno tenía la impresión de que la situación era “positiva” sobre las posibilidades del acuerdo, pero afirmó que “todo cambia” cuando la patronal entrega un documento “que no puede satisfacer las opiniones sindicales”.
Así, el ministro cree que el acuerdo está complicado aunque confía en que la reunión que este miércoles mantendrán de nuevo los agentes sociales pueda “reconducir la negociación”.
INTERESES POLÍTICOS
Una de las razones que, según el ministro, puede estar detrás del cambio de postura de la patronal es el resultado de las pasadas elecciones locales y autonómicas, y la expectativa de un cambio de Gobierno en los próximos comicios.
Según Gómez, el resultado electoral “ha podido influir en la posición de unos y otros, sobre todo de los empresarios”, que pueden creer que les beneficiaría esperar al cambio de Gobierno.
Sin embargo, el ministro apeló a la “responsabilidad” de la patronal y advirtió que el Ejecutivo aún tiene reformas pendientes que “necesitan del concurso de sindicatos y empresarios” y que “deben hacerse ya, sin esperar”.
Por esta razón, añadió que “si alguien desde CEOE piensa que es mejor esperar el cambio político se equivoca”. En este sentido, recordó a los empresarios que el cambio en el Ejecutivo “es una hipótesis”, mientras que la necesidad de reformas “es algo cierto”.
EL GOBIERNO LEGISLARÁ
El responsable de Trabajo reiteró que el Gobierno legislará en caso de que, finalmente, no haya acuerdo, y confirmó que, de ser así, aprobará la reforma en el Consejo de Ministros del próximo 10 de junio.
Sobre el contenido de la reforma que prepara el Ejecutivo, Gómez subrayó que “debe mantener el equilibrio”, es decir, “que no desproteja a los trabajadores, pero sí dé flexibilidad a las empresas”.
Además, avanzó que el Ejecutivo tratará de respetar los puntos en lo que había un acercamiento entre los sindicatos y los empresarios, antes del cambio en la posición de la CEOE.
Así, en la ultraactividad, es decir, el mantenimiento de los convenios una vez cumplida su vigencia, el Gobierno defiende que se conceda un tiempo (“6, 12, 18 meses, en función de la duración del convenio”), y que, vencido ese tiempo sin acuerdo, se someta al arbitraje.
Sin embargo, aunque hasta el pasado lunes parecía que la patronal estaba de acuerdo en este modelo, ahora CEOE recupera su propuesta de que pasado un tiempo (6 u 8 meses) las cláusulas del convenio decaigan, algo que, según el ministro, “es difícil de asumir por los sindicatos”.
También ha habido un cambio de postura de los empresarios sobre la flexibilidad interna, ya que el documento presentado ayer “pura y simplemente” deja la decisión de modificar los contenidos de los convenios al arbitrio de la empresa, sin necesidad de acordarlo con los representantes de los trabajadores.
En este caso, el Ejecutivo aboga por que, en los casos en los que no haya acuerdo, estos temas sobre el descuelgue de los convenios se decidan en un mecanismo de arbitraje.
Así, el ministro reiteró que el objetivo del Gobierno es “mantener un equilibrio” en la reforma, aún a costa de que, “como con la reforma laboral, sea criticado tanto por sindicatos y empresarios”.
Sin embargo, en esta ocasión el Gobierno confía en poder evitar el conflicto en esta materia para que los sindicatos no convoquen una nueva huelga general. “No nos interesa –una nueva huelga-, ya que España está saliendo poco a poco de la crisis”, añadió Gómez.
(SERVIMEDIA)
31 Mayo 2011
MFM/GFM/MAN/gja