Fuentes de la dirección nacional del PP aseguraron a Servimedia que no hay ninguna intención de convocar el cónclave pese a que en junio se cumplen los tres años de mandato que Rajoy recibió en el congreso nacional celebrado en el año 2008 en la ciudad de Valencia.

El PP considera que no hay ninguna necesidad de organizar un congreso en clave interna, ya que entiende que la verdadera prioridad debe ser preparar la campaña de las elecciones generales y todos los esfuerzos deben estar dedicados a visualizar la alternativa al PSOE.

Aunque la mayoría de la cúpula popular ya mantenía hace meses esta postura, se ha visto todavía más ratificada con los resultados obtenidos en las elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo.

Las fuentes consultadas aseguraron que ahora no hay ninguna necesidad de que Rajoy convoque un congreso para ratificar su liderazgo y presentarse como candidato a la Presidencia del Gobierno en las generales previstas para el año que viene.

NADIE SE LO VA A PEDIR

Aducen que el líder del PP no quiere abrir un debate interno sobre personas en este momento y sólo se vería obligado a hacerlo si la mayoría de los presidentes regionales y barones autonómicos lo exigiesen.

Con los resultados cosechados el pasado domingo, afirman que nadie se atreverá porque el PP ha ganado a los socialistas con una ventaja de dos millones de votos y, sobre todo, porque se ha barrido al adversario del mapa político.

El partido de Rajoy ha arrebatado al PSOE los gobiernos autonómicos de Cantabria, Aragón, Baleares y Castilla-La Mancha. Además, le ha faltado un diputado para la mayoría absoluta en Extremadura, otro territorio histórico de la izquierda.

La decisión de convocar el 17º Congreso Nacional tendría que tomarse, en todo caso, en la Junta Directiva que Mariano Rajoy ha convocado para el próximo 6 de junio.

Pero el PP no quiere cometer el mismo error en el que cree que ahora ha incurrido el PSOE, al abrir la Caja de Pandora con el debate de las primarias y la elección del próximo candidato a la Presidencia del Gobierno.

Rajoy no quiere líos en el PP y por eso está decidido a aplazar el 17º Congreso Nacional hasta después de las generales de 2012, a pesar de que hace tres años prometió que se celebraría en tiempo y forma. Eran otros tiempos, tras perder por segunda vez consecutiva ante Zapatero y ser cuestionado por algunos de sus más estrechos colaboradores, como Gabriel Elorriaga.

Ahora, Rajoy no tiene adversarios dentro del PP, nadie discute su liderazgo y nadie se atreve a plantarle cara ante la posibilidad de que dentro de un año esté al frente del Gobierno de España.

Toda la dirección nacional está centrada en llegar cuanto antes a La Moncloa y, por eso, tampoco se quiere convocar un congreso para el mes de septiembre cuando ni siquiera se descarta que Zapatero pueda adelantar al otoño las generales previstas para marzo de 2012.