Covid-19

La pandemia de 1918 se intensificó en la segunda ola por la reacción política tardía y descentralizada

MADRID
SERVIMEDIA

Reacciones tardías y un enfoque descentralizado en las decisiones de las autoridades al inicio de la segunda ola de la pandemia conocida como gripe española, iniciada en 1918, llevaron a consecuencias más duraderas, graves y fatales.

Así lo asegura un equipo de 12 investigadores de las universidades de Zúrich (Suiza) y Toronto (Canadá) en un estudio publicado este martes en la revista 'Annals of Internal Medicine'. Los autores compararon la gripe española de 1918 y 1918 en el cantón suizo de Brerna con la pandemia de coronavirus surgida en 2020.

La gripe española fue la mayor catástrofe demográfica en la historia reciente de Suiza, al causar cerca de 25.000 muertes en el país durante 1918 y 1919. Un equipo interdisciplinar de investigadores en medicina evolutiva, historia, geografía y epidemiología de las universidades de Zurich y Toronto dedicaron varios años a analizar datos históricos sobre la propagación de enfermedades similares a la influenza durante 1918 y 1919 en el cantón de Berna, que es ideal como estudio de caso suizo porque es grande y tiene un paisaje diverso, fue golpeado particularmente por la gripe española y justo al comienzo de la pandemia, en julio de 1918, introdujo la obligación de informar los casos de contagio.

Los resultados del nuevo estudio muestran que la propagación de la gripe española difirió según la región. En la primera ola, en julio y agosto de 1918, el cantón de Berna intervino de forma relativamente rápida, contundente y centralizada, hasta el punto de que restringió las reuniones y cerró las escuelas. "Vemos por los números que estas medidas, similares a las actuales, se asociaron con una disminución en el número de infecciones", apunta Kaspar Staub, del Instituto de Medicina Evolutiva de la Universidad de Zúrich.

Después de que los contagios disminuyeran tras la primera ola, el cantón levantó todas las medidas por completo en septiembre de 1918, lo que condujo a un rápido resurgimiento de casos y al inicio de una segunda ola en poco tiempo.

En octubre de 1918, el cantón de Berna reaccionó con vacilación, a diferencia de la primera ola. Por temor a nuevas consecuencias económicas, las autoridades cantonales dejaron la responsabilidad de las nuevas medidas a los municipios durante varias semanas. "Este enfoque vacilante y descentralizado fue fatal y contribuyó al hecho de que la segunda ola se hizo más fuerte y duró más", indica Peter Jueni, de la Universidad de Toronto.

Además, poco después del pico de la segunda ola, en noviembre de 2018, hubo una huelga nacional con manifestaciones sobre temas sociales y laborales y, lo más importante, grandes despliegues de tropas. Estas reuniones masivas, así como una relajación posterior de la prohibición de reuniones cuando el número de casos aún era demasiado alto, fueron acompañadas de un resurgimiento significativo de las infecciones. Alrededor del 80% de las enfermedades y muertes registradas fueron atribuibles a la segunda ola.

LA HISTORIA SE REPITE

Al comparar los recuentos semanales de casos de gripe española y coronavirus, los investigadores encontraron que la segunda ola comenzó casi en la misma semana calendario tanto en 1918 como en 2020, y el retraso en la respuesta oficial fue similar. "Si bien todavía hay diferencias considerables entre las dos pandemias, los paralelos en constante aumento entre 1918 y 2020 son notables", recalca Staub.

El estudio también muestra que se dispone de conocimiento empírico de pandemias pasadas, por ejemplo, sobre los desafíos y cómo lidiar con las olas. "Desde noviembre de 2020, las muertes por Covid-19 han superado con creces las causadas por cáncer o enfermedades cardiovasculares y durante unos tres meses ha sido la causa más común de muerte en Suiza. En vista de la alta tasa de mortalidad durante la segunda ola en comparación con otros países, y con la amenaza de una tercera ola debido a mutaciones del virus de Inglaterra, Sudáfrica y Brasil, las lecciones del pasado podrían ayudar a las autoridades y al público a repensar su respuesta", añade Jueni.

El estudio se basó en los registros del Archivo del Estado de Berna sobre casos de enfermedades similares a la influenza por municipio y región, según lo informado semanalmente por los médicos a las autoridades cantonales. "Estos registros son un verdadero tesoro y un gran ejemplo de cómo los datos que tienen más de 100 años pueden ser relevantes en la actualidad", subraya Staub.

En 2015, el equipo de investigación comenzó a transcribir los más de 9.000 informes médicos con más de 120.000 casos de influenza de 473 municipios de Berna entre junio de 1918 y junio de 1919. Luego analizaron los datos utilizando métodos epidemiológicos modernos y reconstruyeron las medidas adoptadas en el ámbito cantonal para prevenir la propagación de la pandemia.

(SERVIMEDIA)
09 Feb 2021
MGR/gja