Según explica Beloki, la autopista A-68 aún no está transferida al gobierno autónomo, y es a la Administración General del Estado a quién compete determinar la exposición al ruido ambiental, dar la información a la población afectada y adoptar los planes preventivos correspondientes.

El PNV insiste en que es cosa del Estado "mantener la calidad acústica del entorno y reducir el ruido ambiental especialmente cuando los niveles de exposición puedan tener efectos nocivos en la salud humana".

El diputado vasco recuerda que la Directiva sobre Ruido Ambiental transpuesta por el Gobierno en noviembre de 2003, "obliga al Gobierno a establecer un calendario para la elaboración de mapas de ruido y de sus consiguientes planes de acción".

Ocho años después, denuncia, "todavía hay zonas urbanas en el área de influencia de las autopistas que siguen soportando niveles de ruido no aceptables como es el caso de la A-68 a su paso por Euskadi".

Además, el PNV planteará una pregunta al ministro del ramo sobre la elaboración de este mapa de ruido de la A-68, en la sesión de control del próximo miércoles.