En un acto político en Coruña, el presidente no mencionó expresamente a la canciller, pero se dirigió genéricamente “a la derecha” para responder a quienes hablan de lo que trabajan los españoles, algo que hizo Merkel el miércoles.

Durante su intervención en el mitin, el presidente subrayó que se habla mucho de las “dificultades” de España pero no de dónde viene, por ejemplo en el plano educativo, teniendo en cuenta el nivel que había hace sólo tres décadas y a dónde se ha llegado.

Se dice también, añadió, “lo alienta la derecha, si somos más o menos trabajadores”, y en ese punto quiso “dejar las cosas claras” y sentenciar que los españoles “trabajan algo más de la media de la Unión Europea, y en concreto tres horas más a la semana que un país tan poderoso como Alemania”.

De esa forma, poniendo a Alemania como referencia, respondió implícitamente a la canciller, sin hacer referencia alguna a la productividad, factor que forma parte de los ejes sobre los que giran algunas de las reformas impulsadas desde el Gobierno.

No es la educación ni las “ganas de trabajar” lo que dificulta la recuperación de la economía y del empleo en España, aseguró el presidente, sino una “mala orientación” de las inversiones, que viene de largo y que se centró en la promoción inmobiliaria.

Incidió por ello en las reformas emprendidas, que darán resultado, aseguró, y que se encaminan a levantar un nuevo modelo productivo sobre la base de la educación y de la investigación.