Además, se dio luz verde al reparto de un dividendo de 0,1 euros brutos por acción a cuenta de los resultados del ejercicio 2011. La compañía que preside Luis del Rivero vuelve a repartir dividendo después de dos ejercicios sin remunerar a los accionistas.

Los accionistas de Sacyr respaldaron el nombramiento de dos consejeros en representación de las empresas del presidente de Sacyr, Luis del Rivero, y del consejero delegado, Manuel Manrique (Rimefor y Cimofag).

Del Rivero conseguía de esta manera su objetivo a pesar de la oposición de Demetrio Carceller y Juan Abelló, que cuentan con participaciones del 15,7% y el 9,6% respectivamente.

Además, se nombra consejero a Javier Adroher, ligado a Demetrio Carceller, y otros dos correspondientes al Grupo Fuertes y a Beta Asociados (compañía de José Moreno Carretero).

En la rueda de prensa previa a la Junta General de Accionistas de la compañía, el presidente de Sacyr defendió la conveniencia de nombrar consejeros ligados a su empresa y a la del consejero delegado.

En este sentido, quiso dejar claro que tanto él como Manrique ocupan puestos de consejero ejecutivos, pero que sus sociedades no tenían presencia en el Consejo.

"La potente inversión no tenía representación", indicó el primer ejecutivo de Sacyr, quien añadió que "no es que tengan” un consejero “más, es que no tenían" representación.

Del Rivero se pronunció de esta manera ante la posibilidad de que Carceler se opusiera a los nombramientos de consejeros en representación de Rimefor y Cimofag.

“GRANDES INTERESES COMUNES”

Sobre la relación con Carceller, el presidente de Sacyr apuntó que "mi contacto con el representante de Disa es permanente; tenemos grandes intereses comunes".

"Aprovecho para felicitar a Disa y a nosotros por su inversión en Sacyr", agregó.

Por otra parte, preguntado sobre si le gusta el accionariado actual de la compañía, sin un socio principal, el presidente recordó que es inversor y ejecutivo, y comentó que "es evidente que no hay nada más incomodo que tener que dar cuenta a una decena de inversores" en el Consejo de Administración.

"Es mucho más cómodo tener sociedades que no tengan dueños, lo mejor en este mundo es tener un consejo títere y unos planes de pensiones de cine", ironizó del Rivero.

"Toreamos con un toro más difícil, pero eso nos permite estar con la mente despierta y ágil", agregó.