Esta semana se han instalado dos de estos paneles en el Camino del Molino y junto a las piscinas municipales, y en el plazo de un mes se colocarán los trece restantes para, según el Consistorio, ofrecer en todo momento a los vecinos información sobre el nivel de ozono y otros contaminantes, como los óxidos de nitrógeno o las partículas en suspensión. Estos paneles sustituyen a las antiguas señales luminosas que el Ayuntamiento instaló en 2002 para informar a los vecinos de la concentración de dióxido de carbono (C02).

El concejal de Medio Ambiente, José Sánchez Luque, explicó que el Ayuntamiento ha tomado esta medida ante la pasividad mostrada por el Gobierno regional en este tema. "No ha adoptado ninguna medida al respecto a pesar de que desde los distintos ayuntamientos hemos propuesto que se aplicaran distintos planes zonales para mejorar la calidad del aire", denunció.

Los paneles disponen de tres focos que se iluminan dependiendo del nivel de concentración de contaminantes, de manera que si está verde, la situación es normal y la concentración es inferior a 180 microgramos por metro cúbico; y si está ámbar, los niveles se sitúan entre 180 y 240 microgramos y se recomienda no realizar esfuerzos físicos a los ciudadanos más vulnerables, como niños, ancianos o personas que padezcan alguna enfermedad respiratoria.

El nivel de alerta lo indica la luz roja, que informa de que la concentración ha sobrepasado los 240 microgramos. En esta fase las administraciones están obligadas a avisar a la población.