22-M. Blanco pide “voto de castigo” al PP por haber dado “la espalda a España”
- Nada más concluir su intervención viaja a Madrid para seguir las consecuencias del terremoto en Murcia
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El vicesecretario general del PSOE y ministro de Fomento, José Blanco, pidió este miércoles “voto de castigo” al PP por haber dado “la espalda a España” en la crisis económica y por su “electoralismo despreciable” en la lucha contra el terrorismo.
Blanco participó en un acto electoral en Langreo (Asturias) junto a Javier Fernández, aspirante a relevar a Vicente Álvarez Areces al frente del gobierno autonómico, ante unas mil personas congregadas en el polideportivo municipal.
Asturias es uno de los focos de los socialistas en esta campaña, y de hecho el de este miércoles era el segundo mitin central del PSOE en la comunidad, después de la presencia de José Luis Rodríguez Zapatero el pasado domingo en Gijón.
Los socialistas aspiran a mantener el gobierno autonómico ante la incógnita del impacto que tendrá el nuevo partido de Francisco Álvarez Cascos tras su escisión del PP.
En su intervención, Blanco aseguró que comprende a quienes están “enfadados con la injusticia de la crisis económica”, pero se dirigió a ellos para decirles que “lo justo” es votar a quienes hacen más por la justicia social, quienes más trabajan por superar las dificultades y preservar el bienestar.
Por eso mismo, “lo justo es que el voto de castigo sea para el PP”, porque son sus dirigentes los que “comparten mesa y mantel con quienes provocaron la crisis, los apóstoles de la codicia y la especulación”.
Es el PP el que merece el voto de castigo, añadió, por no haber dado “un palo al agua” contra la crisis y por haber “brindado” ante las malas noticias y “torcer el gesto” ante las positivas, demostrando con ello que creen que les irá mejor cuanto peor vaya a los ciudadanos.
Son los mismos “que han dado la espalda a España cuando España más lo necesitaba”, y quien hace eso es “un patriota de pacotilla”. Mariano Rajoy, sentenció, es “el cabecilla de los patriotas de pacotilla”.
“Esta derecha extrema tiene que ser castigada democráticamente, por especular, por aprovecharse de la crisis”, primero unos para “hacer dinero” y después otros para tratar de llegar a los gobiernos “a costa de las dificultades de la gente”.
Frente a ellos, defendió que el PSOE es quien mejor ha impulsado el bienestar en tiempos de bonanza y quien más lo defiende cuando hay dificultades.
En un gesto simbólico para “remangarse para ganar a la derecha” y para demostrar el “calor de la victoria”, Blanco se quitó la chaqueta y la tiró al suelo, suscitando los aplausos de los asistentes.
Los socialistas, proclamó, deben defender sus ideas y “no avergonzarnos de nuestros abuelos y de nuestros padres” porque en sus más de cien años de historia siempre han defendido el compromiso con quienes más lo necesitan.
“Nada está garantizado para siempre”, alertó a los electores, tampoco las conquistas sociales alcanzadas en los últimos años, y todo eso está “en el punto de mira de Rajoy, de la derecha autoritaria, que tira la piedra y esconde la mano”.
La de Rajoy, aseguró Blanco, es “la derecha de la derecha, la derecha extrema, la de España se rompe, de las manifestaciones contra los derechos, la que siempre trata de dividir y enfrentar a unos españoles con otros”.
También, “la que vulnera un día sí y otro también el pacto contra el terrorismo, ensuciando nuestra democracia con un electoralismo despreciable, utilizando el terrorismo cuando los terroristas están más débiles que nunca, y con un único objetivo, atacar al gobierno y al ministro del Interior”.
En ese punto, acusó a Rajoy de haber decidido “agitar el terrorismo como argumento de campaña”, y, como hace un año, “alarmar a los mercados para que desconfíen” de la economía española, demostrando con ello que está “dispuesto a cualquier cosa para llegar al poder”.
Denunció que incluso han deseado provocar en España “un desastre” como el de Portugal, pero también en ese país “les va a salir mal” porque los ciudadanos están rechazando a la oposición. Emplazó por ello a Rajoy a “poner sus barbas a remojar cuando las del vecino vea pelar”.
“Quien no tiene límites cuando está en la oposición, tampoco se los pone cuando está en el Gobierno”, alertó, y no hay que olvidar que el PP es “la derecha más autoritaria, más antisocial y más antigua, la derecha de la derecha”.
Donde gobiernan, argumentó, “cierran escuelas públicas, retiran la gratuidad de los libros de texto, suprimen las ayudas a comedores y eliminan las becas”, y eso, “hay que llamar al pan, pan, y al vino, vino”, se llama “copago educativo”.
Si la receta de Rajoy para superar la crisis económicas es “trabajar más y ganar menos”, le recomendó “que se aplique el cuento, que él trabaje un poco más por los demás, y que Cospedal cobre un poco menos”.
Esa derecha extrema, alertó desde Langreo, tiene “dos versiones” en Asturias, el PP y el nuevo partido de Álvarez Cascos, y mientras ellos se preocupan unos de los otros, los socialistas “somos los únicos que nos preocupamos de los asturianos”.
Tanto Rajoy como Cascos son “de la quinta de Aznar”, de esa misma “derecha antigua y reaccionaria”, aunque se hayan peleado de forma “descarnada por reparto del poder”.
“Se tienen mucho odio y acumulan mucho rencor, pero tanto monta, monta tanto”, sus diferencias no son ideológicas sino “por el poder”, y si lo obtienen trasladarán a él sus disputas. Sin embargo, el gobierno autonómico “no puede ser el campo de batalla de los dos bandos del PP en Asturias”.
(SERVIMEDIA)
11 Mayo 2011
CLC/gja