Blanco respaldó en Langreo (Asturias) a Javier Fernández, que pretende relevar a Vicente Álvarez Areces al frente del Gobierno del Principado.

En su intervención, aseguró que comprende a los "enfadados" por la crisis, pero alertó de que lo "justo" es respaldar a quienes más hacen por superarla y castigar a quienes ponen "zancadillas".

Pidió por ello expresamente que el "voto de castigo" sea para el PP, por haber dado "la espalda a España" y también por su "electoralismo despreciable" con la lucha contra el terrorismo, por defender "el copago" incluso en la educación.

Con esa actitud, concluyó, Mariano Rajoy demuestra que es "el cabecilla de los patriotas de pacotilla" y su partido no merece obtener la confianza mayoritaria de los ciudadanos.