Zapatero respondía así al diputado de UPN Carlos Salvador, quien le expresó durante la sesión de control del Congreso sus temores sobre el efecto de la concurrencia de Bildu a las elecciones del 22 de mayo.

"¿Quién impedirá ahora que los censos acaben en manos de ETA?, ¿quién impedirá que puedan comprar armas con nuestro propio dinero?", preguntó el diputado.

Salvador afirmó que ahora "solo faltaría añadir al oprobio de la legalización una negociación política sobre nuestro actual marco de convivencia" que contemplara una de las reclamaciones históricas de ETA, cuyo proyecto político pasa "sí o sí por la desaparición de Navarra como comunidad autónoma".

Zapatero reconoció que en democracia es posible "discrepar y criticar" las sentencias de los tribunales. "Lo que no es apropiado y es grave es deslegitimar una sentencia del máximo intérprete de la Constitución", explicitó.

Por eso, el jefe del Ejecutivo hizo una "llamada general a la responsabilidad sobre lo que representa el Tribunal Constitucional" y su tarea.

Dicho esto, afirmó tajante que "con Bildu o sin Bildu, el Gobierno seguirá con su eficaz tarea de debilitar y acorralar a ETA en el camino del fin de la violencia. Con Bildu o sin Bildu, el Gobierno no consentirá que nadie se aproveche de las instituciones. Con Bildu o sin Bildu, el Gobierno defenderá la unidad democrática".

En conclusión, el presidente garantizó una posición "nítida" sobre Navarra, que "está contemplada en el marco constitucional. El Gobierno nunca tolerará ninguna acción que pretenda poner en cuestión el marco institucional que los navarros se han dado a sí mismos".