Son títulos con vencimiento a 8 años y los ha colocado a un precio de 90 puntos básicos sobre el indicador de referencia para este tipo de emisiones ‘midswap’, es decir, 25 puntos por debajo de los 115 con los que había salido para colocar los bonos.

El abaratamiento del precio ha sido posible tras recibir una demanda superior a los 3.700 millones de euros, y que le ha permitido fijar el cupón en el 0,50%. Según CaixaBank, el simple hecho de ser ‘verde’ ya le ha permitido reducir el coste de emisión en entre 5 y 10 puntos básicos con respecto al nivel de financiación tradicional.

El banco destinará los recursos captados a financiar proyectos de energía renovable y edificios energéticamente eficientes. El 67% de los bonos ha sido adjudicado a inversores reconocidos en el mercado como inversores socialmente responsables.

A la operación han acudido más de 200 inversores institucionales, siendo alrededor del 90% de la demanda de inversores extranjeros, con el 76% de la emisión colocada entre fondos de inversión y compañías de seguros.

Se trata de la cuarta emisión que realiza CaixaBank bajo el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La primera fue en septiembre de 2019 con un bono social a cinco años y con el que captó 1.000 millones de euros con el objetivo de luchar contra la pobreza y crear empleo.

La segunda, realizada en julio del 2020, fue un bono social de 1.000 millones a 6 años, con el propósito de mitigar los efectos de la Covid-19 por medio de la financiación a pymes y microempresas. La tercera fue en noviembre pasado, con un bono verde de 1.000 millones a seis años para financiar proyectos de energía renovable y edificios energéticamente eficientes.