Las expectativas del PP de Canarias se vieron completamente desbordadas cuando Mariano Rajoy llegó acompañado del candidato a la Presidencia del Gobierno de las Islas, José Manuel Soria.

Ambos se encontraron en las puertas del Auditorio con un tumulto de gente que quería acceder al mitin y no podía porque las dos salas principales estaban completamente llenas una hora antes de la hora prevista.

Los simpatizantes exigieron entonces a Rajoy y Soria que les dejara entrar para escuchar sus palabras, pero el servicio del auditorio no lo permitía por razones de seguridad.

El PP había organizado el mitin en la Sala Sinfónica del Auditorio, con capacidad para 1.656 personas. Además, había preparado en la Sala de Cámara una gran pantalla para que otras 326 personas pudieran ver por televisión los discursos.

Sin embargo, todo eso fue insuficiente. Otras 200 personas se quedaron fuera sin poder entrar y Rajoy seguía exigiendo a su equipo que lo solucionara. Mientras tanto, charlaba con los asistentes que se habían quedado fuera y les contaba que lleva 25 años viniendo a las islas y que su padre vive en Canarias la mitad del año.

Al cuarto de hora, el asunto seguía sin resolver. Así que Rajoy llamó al coordinador nacional de Organización del PP, Juan Carlos Vera, quien le explicó que se estaba preparando otra sala para que al menos pudieran escuchar el mitin.

La dirección del PP de Canarias decidió en ese momento que sus cargos públicos abandonaran el Auditorio para que la gente de la calle pudiera entrar en el Auditorio a escuchar a Rajoy y Soria. La gente recibió la noticia con un aplauso y comenzaron a entrar.