Desde la plaza de Cibeles y hasta la Puerta del Sol, enfrente de la sede del Gobierno autonómico, los manifestantes han celebrado, durante casi dos horas, el día de los trabajadores al grito de "viva la lucha de la clase obrera".

Una vez en la Puerta del Sol, los secretarios generales de CCOO y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, así como los líderes de las federaciones de ambos sindicatos en Madrid, Francisco Javier López y José Ricardo Martínez Castro, se dirigieron a los asistentes en cuatro discursos que estuvieron cerrados por la Internacional.

AÑO ESPERANZADOR

En sus palabras, tanto Fidalgo como Méndez coincidieron en señalar que el primer año de Gobierno socialista es esperanzador.

El líder de CCOO recordó que en la manifestación del pasado año los asistentes celebraron el cambio de Gobierno con la esperanza de que el nuevo signo del Ejecutivo introdujera un cambio en el modelo productivo español. "Un año después, se confirma esta esperanza", afirmó Fidalgo.

Por su parte, el secretario general de UGT afirmó que antes de que el PSOE llegara al Ejecutivo los primeros de mayo servían para reivindicar "que no retrocedieramos en los derechos de trabajadores, que se mantuvieran los que tenemos". "Ahora, es el momento de avanzar", gritó Méndez.

Ambos líderes sindicales recordaron las iniciativas que hasta el momento ha aprobado el Gobierno en materia social y laboral, como los incrementos en las cuantías del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o las pensiones mínimas, así como el proceso de regularización de inmigrantes.

En los mítines también hubo tiempo para repasar algunos temas de actualidad, tanto laborales, como la polémica del hospital Severo Ochoa, como la financiación autonómica, aspecto en el que Méndez afirmó que es necesario encontrar un equilibrio entre autonomía y solidaridad, y advirtió de que ninguna propuesta individualista podrá salir adelante.

En cuanto al tema del Severo Ochoa, los líderes sindicales trasladaron a los trabajadores que se manifestaron hoy su apoyo. "Teneis toda la razón", les dijo Méndez, que junto a Fidalgo volvieron a pedir la dimisión del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Manuel Lamela.

MADRID ROCK, VALEO...

Pero la "gran" manifestación de Madrid es un escaparate para las reivindicaciones de grupos más reducidos. Durante la manifestación de este año se oyeron los gritos de los trabajadores del Severo Ochoa, de Madrid Rock, de la empresa de autobuses Larrea, o de Valeo, entre otros.

Los dos protagonistas principales fueron los trabajadores del hospital y los guardias civiles, ya que un representante de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) encabezó la manifestación flanqueado por los dos líderes de CCOO y UGT.

Fidalgo y Méndez reclamaron que "se deje de tratar a los Guardias Civiles como trabajadores de segunda" y denunciaron que desde el franquismo se les trata como militares y no como civiles. Por esto, exigieron que se les equipare sus derechos a los de la Policia, que no les juzguen tribunales militares sino civiles y que se les reconozca el derecho a sindicalizarse.

Númerosas pancartas inundaron el trayecto de la manifestación, como por ejemplo, la de los trabajadores de Madrid Rock, en la que se podía leer "no al cierre de Madrid Rock, por el mantenimiento de los puestos de trabajo, contra la especulación inmobiliaria".

Asimismo, los empleados de Larrea exigían "ni un retraso más a la hora de cobrar" y los de Valeo gritaron "Valeo igual a desempleo".

Además, los sindicatos también tuvieron que escuchar los gritos de manifestantes críticos con su labor. Así, a las reivindicaciones habituales de los trabajadores de Sintel, que desde hace años acompañan esta manifestación en Madrid, también estuvieron representantes de Corriente Roja.

Los manifestantes de esta última formación, unos cincuenta, trataron de boicotear los mítines de los líderes sindicales con gritos de "se va a acabar la burocracia sindical" o "no nos representan".

Los empleados de Sintel acompañaron durante todo el recorrido la cabecera de la manifestación con gritos como "Fidalgo es del PP" o "traidores".

Al final, la Internacional cerró la manifestación del primero de mayo, que en 2005 cumplió 115 años desde su primera celebración.