El incendio se produjo a raíz de un despiste de la madre del propietario de la granja, de 86 años, mientras manipulaba la caldera de calefacción de las instalaciones. La mujer no pudo sofocar el fuego, dado el carácter ltamente combustible de los materiales almacenados.

Aunque muchos vecinos no dudaron en traspasar la frontera desde la localidad portuguesa de Valença do Miño, para colaborar con los bomberos y los efectivos de Protección Civil de Tuy, no hubo tiempo de evitar la destrucción de la granja y la muerte de todos los pollos que en ella se criaban.