Cada profesor corregirá una media de 250 ejercicios que puntuará con cuaro decimales, una forma novedosa instaurada este año con el fin de que el alumno pueda aproximarse lo más posible a la nota que necesita.

Los profesores examinadores cuentan este año con un sistema informático que facilitará su empeño y que ha sido diseñado por los departamentos de servicios informáticos de las cuatro universidades madrileñas.

Por otro lado, unos 1.300 alumnos comparecerán ante un tribunal para mejorar la nota obtenida en la prueba de selectividad que realizaron el pasado año, cn el fin de alcanzar la puntuación exigida que les permita ingresar en la facultad que más deseen.

Los 40.000 estudiantes examinados en Madrid deben contestar a ocho ejercicios, entre los que destacó, por su actualidad, el relativo a Filosofía y en el que les solicitan un comentario de un texto de Platón sobre la corrupción política.

Según fuentes de la Universidad Complutense, aproximadamente el 85 por ciento de los alumnos que se presentan superan la prueba y un 58 por ciento de los que apruebe en julio estudiarán lo que hayan solicitado y en el centro universitario preferida.