En dicha iniciativa se han implicado además de pacientes con dolor crónico y sus familias, alrededor de 23 sociedades científicas y 14 asociaciones de pacientes de todo el país.

También se sumaron a la marcha profesionales sanitarios y empleados de Grünenthal con el propósito de mostrar el poder de la colaboración y dejar patente que “las personas que sufren dolor no están solas”, apuntó en declaraciones a Servimedia la directora general de la compañía farmacéutica Grünenthal Pharma, Ana Martins.

“EL DOLOR EN COMPAÑÍA, MEJOR”

En este sentido Martins aseguró que “la persona que sufre dolor no debe de estar sola. El dolor crónico, cuando se afronta en compañía, no desaparece, pero sí ayuda a aliviarlo”.

Eva Rebollo pertenece a la Asociación de pacientes de Fibromialgia, Síndrome de Fatiga Crónica-Encefalomielitis Miálgica y Sensibilidad. Lleva más de diez años conviviendo con el dolor del que aseguró que no es el enemigo porque “no se trata de luchar contra él. No es una batalla. Tienes que aprender a vivir con él y no dejar que domine tu vida".

Otra de las participantes de la marcha fue la presidenta de la Liga Reumatológica Española (LIRE), Ana Vázquez que presenta una rara enfermedad reumática que le provoca dolores articulares. “Nosotros sufrimos el dolor, pero la familia soporta nuestro dolor”, explicó.

Esta enfermedad tiene un gran impacto en la calidad de vida de las personas afectadas, así como en las relaciones con su entorno familiar y laboral, lo que limita su funcionalidad.

En opinión del presidente de la Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor (Semdor), el doctor Luis Miguel Torres, “la mayor parte de los pacientes de dolor crónico tienen una discapacidad. Porque no pueden hacer una vida normal”.

El doctor Torres alertó de que esta patología se ha convertido en “una epidemia increíble que afecta a una de cada cuatro personas” y supone “el mayor problema de salud de todo el mundo occidental”.

En este sentido, la evidencia científica avala que el ejercicio moderado puede ser una herramienta terapéutica complementaria eficaz para la gestión del dolor.

Por ello, practicar actividad física de manera regular y controlada, contribuye a mejorar la movilidad y la fortaleza muscular y también ayuda a la liberación de endorfinas que actúan como analgésicos naturales.

Asimismo, esta marcha cumplió con un fin solidario y Grünenthal ha realizado una donación a la Fundación Theodora en función del número de participantes y kilómetros recurridos que, sumado a las aportaciones individuales de los propios participantes, ha alcanzado la cifra de 3.500 €, contribuyendo así a seguir llevando alegría e ilusión a las niñas y niños hospitalizados.

A través de esta primera marcha contra el dolor la compañía farmacéutica fomentó la práctica de hábitos de vida saludables con el objetivo de prevenir y manejar adecuadamente esta enfermedad.