La sucesión de tragedias comenzó el viernes por la tarde, cuando murió un maricador de 24 años, Juan Francisco Vázquez Formoso, en la localidad coruñesa de Mugardos, como consecuencia de una pelea con un vigilante de la cofradía de pescadores.

También el viernes apareció calcinado en su domicilio de Pantón (Lugo), el cuerpo de Rosa Vázquez, de 76 años, posiblemente a causa de un escape de gas que se inflamó.

La mayor tragedia del fin de semana ocurrió en Coristanco (La Coruña), donde perecieron asfixiados cuatro miembros de una familia cuando intentaban limpiar una fosa sética. Murieron, en este percance el sábado por la mañana, José Vila Cancela, de 48 años, su mujer, María del Carmen Taibo, de 44, y dos de los cuatro hijos de ambos, José Manuel, de 22, y Felipe, de 16.

El más pequeño de la familia, Roberto, de 10 años, fue quien dio aviso del accidente, y su hermano Ramón, de 20 años, sufrió un accidente de moto en la localidad de Carballo cuando acudía a su domicilio tras enterarse del suceso.

El sábado también fue violento en la aldea de Fazai, a pocos kilómetos de Lugo, donde Asunción Vila Lence, de 45 años, resultó herida en una pierna al recibir un disparo de escopeta efectuado por su marido, Eulogio Rivas Vázquez, de 49 años, que se disparó en la cara destrozandose la mandíbula.

El mismo sábado fue hallado en su domicilio de Pontevedra, el cuerpo sin vida del policía Bernardo Arén Blanco, que podría llevar más de una semana muerto.

En una empresa del polígono de O Ceao, en Lugo dos empleados de una empresa de distribución mayorista, la cajera Marí Elena López, de 32 años, y el reponedor Esteban Carballido Teijeiro, de 25, aparecieron muertos el sábado con sendos disparos en la cara.

Los autores de los disparos, según las hipótesis de la investigación, fueron atracadores que se llevaron unos 5 millones de pesetas.

DOS HERMANOS ASFIXIADOS

El domingo fue jornada de luto en Mugardos y Coristanco, donde hubo asistencia masiva a los sepelios del joven mariscador, que dejó cuatro hijos pequeños, y al de los cuatro miembros de la familia que peecerieron asfixiados cuando limpiaban un pozo negro.

Los gases procedentes de una fosa séptica fueron también los causantes de la muerte de dos hermanos, Jesús y Manuel Ramos Ferreiro, de 50 y 51 años, respectivamente, que aparecieron muertos ayer, en torno a las 18 horas, en la localidad de Taboada (Lugo).

Según el Gobierno Civil de Lugo, que citó el resultado de la autopsia, la muerte fue causada por inhalación de gases tóxicos producidos por abonos orgánicos.

En O Carballiño (Orense) ayermurió atropellado por un turismo el ciclista de 70 años Antonio Reinoso Alvarez, y en un hostal de Ribeira (La Coruña) apareció muerto José Angel Lago García.

Finalmente, también ayer domingo, murió Manuel Pablo Santiago, un anciano de 70 años que trabajaba como pastor para un matrimonio de Vilagarcía, cuyos integrantes están siendo investigados por la policía como supuestos autores de malos tratos.