15 MILLONES DE MULTA A GENERAL ELECTRIC POR PRACTICAS CONTRA LA LIBRE COMPETENCIA

MADRID
SERVIMEDIA

El Tribunal de Defensa de la Competencia ha impuesto una multa de 15 millones de pesetas a la empresa "General Electric CGR España" por abusar de su posición de dominio en el mercado de la lectromedicina y realizar "actos desleales de engaño y denigración".

La resolución, a la que tuvo acceso Servimedia, considera probado que General Electric realizó estas prácticas para impedir la competencia de la compañía "NCA Electromedicina" en el suministro de bombas de cobalto para radioterapia a los hospitales españoles.

General Electric incurrió en estas prácticas tras dejar de distribuir en exclusiva para España las bombas de cobalto marca "Theratron", fabricada por la empresa canadiense ECL, como consecuencia de su fusión, el 31 de agosto de 1988, con una empresa de la competencia, CGR.

Desde entonces, lanzó una campaña para vender las bombas de cobalto fabricadas por CGR, marca "Alycon", consistente en el envío de cartas a hospitales y clínicas en los que ofrecía dichos aparatos médicos a cambio de los "Theratron".

Las cartas aseguraban que AECL había anunciado oficialmente el cese de la fabricación de varios modelos tipo "Theratron", ahora distribuidos en exclusiva para Españapor "NCR Electromedicina", lo que aconsejaba su cambio por otras.

Por ello, ofrecía las bombas de cobalto "Alycon", mediante un plan de reposición en condiciones aparentemente muy favorables para los clientes, ya que incluía el pago de 12 millones de pesetas por el aparato usado, cuando el de la nueva ofrecida a cambio era de 39 millones.

La sentencia recalca que la información facilitada por General Electric es falsa, como consta en una circular que se vio obligada a poner en circulación el 5 demayo de 1989 la empresa AECL, para contrarrestar la campaña intoxicadora.

DESVIRTUAR EL MERCADO

La importancia del caso estriba en que, en 1988, el parque de bombas de cobalto contaba en España con 75 aparatos, de los que 71 eran de AECL y sólo cuatro de la marca "Alycon", en un sector en el que la media de ventas es de 2 al año.

El tribunal asegura que General Electric se prevalió de que muchos usuarios desconocían que hubiera dejado de ser la distribuidora de AECL para hacer competencia deslel a la nueva representante de esta compañía canadiense.

Además, considera que el precio ofertado por los aparatos usados se acercaba más "a un precio predatorio que a uno promocional" máxime si se tiene en cuenta que en este sector no es habitual la recompra de los aparatos usados, salvo cuando es posible su reacondicionamiento para una posterior venta, lo que no sucedía en este caso.

(SERVIMEDIA)
27 Ene 1992
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