Esta investigación, que presentó hoy el delegado de Seguridad, Pedro Calvo, se llevó a cabo por la "creciente demanda" de los padres que se acercan al programa de Prevención de Adicciones (PAD) preocupados por el uso que sus hijos realizan de las nuevas tecnologías, según dijo.

El estudio ha permitido desarrollar unos test que pueden ser aplicados en aquellos casos en los que los padres sospechen un uso abusivo.

Las conclusiones más importantes es que Internet tiene un potencial adictivo, que el riesgo es mayor en personas con baja autoestima o con problemas de soledad e introversión, y que son estas características individuales las que pueden convertir un uso abusivo de Internet en una patología.

A través de más 1.100 entrevistas en 556 hogares de Madrid realizadas a adolescentes y jóvenes y al menos a uno de sus padres, se ha podido conocer tanto el uso generalizado del teléfono fijo y móvil por parte del grupo de edad estudiado, como una alta utilización de Internet (dos de cada tres usan el correo electrónico).

Igualmente se aprecia la introducción de recientes formas de hacer llamadas de voz entre los más jóvenes, como el sistema Skype, que permite hacer llamadas telefónicas gratuitas a través de la red a cualquier parte del mundo.

En cualquier caso, un 8,1% de los jóvenes reconoce un uso compulsivo del móvil, otro 1,3% admite un uso excesivo, y un 1% se muestra preocupado por estar al día de las novedades.

Respecto a los chat, un 4,1% de los encuestados admite problemas: un 1%, pérdida de control, inquietud y búsqueda de otra realidad; un 3,2% presenta problemas relativos a la evasión; un 0,7%, a la pérdida de control; un 0,7%, inquietud, y un 0,5%, de búsqueda de realidad.

En cuanto a los juegos, los que más éxito tienen entre los jóvenes son las videoconsolas y los juegos de ordenador, aunque la frecuencia de uso se limita a menos de tres días por semana.

El uso problemático de los juegos tecnológicos proviene de la necesidad de un alto grado de evasión (2,3%), pérdida de control (1,6%), sentirse mal cuando no se juega (1,1%) y abandono de otras actividades y ocultación (0,5%).

En definitiva, sobre el total de jóvenes madrileños, un 3,7% presenta algún problema en el uso de las tecnologías del juego. De ellos, en un 1,4% se reconocen dos problemas, mientras que en un 0,2% se confirman tres o más.

MÁS DE UNA HORA POR DÍA

Tres de cada cuatro jóvenes encuestados usan Internet, y de ellos, el 34,5% pasa más de una hora al día conectado a la Red, aunque la mayoría, menos de este tiempo.

La evasión (3%), destaca como uno de los síntomas que más se repite entre los jóvenes en su navegación por Internet, seguida de la pérdida de control (1,6%) y la preocupación (1,1%). Sin embargo, el abandono de actividades y la ocultación (0,4%) no son signos tan frecuentes en el uso de esta herramienta.

En resumen, un 4,5% presenta algún indicio de adicción a navegar por Internet. De ellos, un 1% reconoce problemas en dos de los cinco factores y un 0,5%, en tres de los cinco factores que resumen la problemática.

La investigación aborda los rasgos diferenciadores de los jóvenes que presenta una adicción en mayor o menor grado a las nuevas tecnologías. En primer lugar, tiene menos facilidad para hacer amigos y les apetece menos conocer gente nueva. Un porcentaje significativo (24,15%) está descontento con su grupo de amigos, pero no tiene interés en buscar otros mejores.

El perfil también muestra que están más a disgusto con su familia, aunque, curiosamente, les gustaría pasar más tiempo con ella; están más descontentos con su aspecto físico, y su trayectoria escolar es más deficiente. Lógicamente, según destaca el estudio, tienen más dolores de cabeza, de espalda, de articulaciones y vista cansada.

Uno de los datos más llamativos es el de que la mitad de los adolescentes y jóvenes madrileños que tienen problemas con las nuevas tecnologías consume sustancias tóxicas (incluidas tabaco y alcohol), una cifra que desciende al 14,5% entre quienes no tienen problemas con las TIC.

"Es un detalle muy significativo y que tenemos que tener en cuenta con vistas a la prevención", subrayó Calvo. "No creemosque quienes hagan una utilización problemática de las nuevas tecnologías tengan mayor predisposición a consumir drogas", aclaró, no obstante,