Con esta ocupación, las familias protestan por las "infrahumanas condiciones higiénicosanitarias" en las que se encuentran sus propias casas, lo que afecta sobre todo a algunos de ellos que sufren enfermedades.

Fuentes de la Guardia Civil señalaron que un grupo de agentes de este Cuerpo vigila a estas familias para que no se produzcan desórdenes pÚblicos, debio a la crispación y nerviosismo de algunas de ellas.

Las familias, que han asegurado que no abandonarán el pabellón militar hasta que se les proporcione una vivienda digna, tienen intención de entrevistarse con el alcalde de la localidad, Andrés Merchán, para solicitarle la concesión urgente de nuevas casas con unas condiciones higiénicas adecuadas.