Calle, que participa a partir de hoy en el V Simposio Nacional de Psiquiatría que se celebra en Valencia, señaló que en España exiten aproximadamente cinco millones de depresivos, de los que una media deseis intentan quitarse al vida diariamente.

La depresión endógena, aquellas con origen concreto, no precisa hospitalización en la mayoría de los casos, ya que extisten tratamientos para superar las fases agudas y sólo se recurre al internamiento cuando se produce un intento de suicidio.

Según ese psiquiatra, una vez diagnosticada la depresión endógena, existen varios tratamientos: la psicoterapia, la administración de fármacos por vía oral, los sueros antidepresivos y, en situaciones excepcionale, el electroshock.

La aparición de nuevos antidepresivos con menos efectos secundarios ha abierto muchas posibilidades en el tratamiento clínico de estos trastornos, aunque las nuevas moléculas sólo son efectivas en casi dos tercios de los pacientes.

La terapéutica actual consigue la curación del 95 por ciento de los enfermos que acuden a un servicio médico con una depresión de origen endógeno, según los datos del presidente de la Sociedad Valenciana de Psiquiatría.

En cuanto a las depresions bipolares, denominadas también psicosis maniaco-depresivas, el experto valenciano recomienda un tratamiento rápido con sustancias que permitan estabilizar el estado emocional del paciente, "evitando las subidas y bajadas de su situación anímica".

La consecuencia más grave de las depresiones es el intento de suicidio, en opinión del doctor Calle, que señala que el 70 por ciento de las personas depresivas que han intentado quitarse la vida padecen un descenso notable de las niveles de serotonina.

Los psiquiatras, en general, recomiendan a los medios de comunicación que eviten ofrecer información sobre estas tentativas, que pueden animar a las personas depresivas a imitar dichas acciones.