Los hechos ocurrieron el 15 de agosto de 1998, cuando David R.F., que entonces tenía 23 años, entró en el domicilio de la mujer sin el consentimiento de ésta, y se dirigió al dormitorio de la víctima, a quien sorprendió en la cama.

El condenado desnudó a la mujer, a quien apó la boca, tras haberse desprendido él previamente de su vestimenta, tras lo cual trató de que la mujer "se la mamara (sic)". Al negarse ésta, el joven comenzó a golpearla, pero fue sorprendido por la Guardia Civil, que había sido alertada por un vecino.

La Audiencia Provincial de Zamora condenó al joven a dos años de cárcel por allanamiento de morada y a otros 15 por un agresión sexual, así como a indemnizar a la víctima con 2.088.000 pesetas por daños morales y lesiones. Además, prohibió al delincente acercarse al lugar de residencia de la mujer durante cinco años.

El Supremo confirma esta sentencia, rechazando aplicar cualquier eximente, como solicitaba el condenado. "No consta que el procesado fuese alcohólico o drogadicto", dice el Alto Tribunal, "ni que se encontrase al cometer los hechos bajo la influencia de bebidas alcohólicas" o de estupefacientes.