Por esta razón, el Colegio de Ingenieros de Montes reclama destinar parte de los impuestos que se recauden sobre los hidrocarburos a generar inversiones o incentivos públicos que permitan mejorar la gestión forestal y, de esta manera, “reforzar los sumideros naturales de carbono”.

Según afirma este colegio profesional, los ecosistemas forestales son “el único medio sobre el que se puede actuar” para reducir la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, ya que “los objetivos de reducción de las emisiones no son lo suficientemente ágiles y no se producen a un ritmo adecuado que permita frenar el cambio climático”.

Según indica, el aumento de la capacidad de estocaje de biomasa de los bosques de los países desarrollados compensa a escala planetaria en un tercio el total de emisiones de carbono procedentes de los combustibles fósiles.

En España, las más de 75 millones de toneladas netas fijadas anualmente por 32 especies compensan el 19% de las emisiones de CO2. “Con un dato tan relevante, es un sinsentido desperdiciar dicho potencial como refuerzo en el desarrollo de una economía ambientalmente responsable”, concluyen los ingenieros de montes.