Salud
Los mejores oncólogos de Forbes, preocupados por las consecuencias de la Covid en los diagnósticos y tratamientos de los pacientes
- El 4 de febrero se celebra el Día Mundial contra el Cáncer
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Los mejores médicos españoles de la especialidad de oncología, según la lista de Forbes, se muestran muy preocupados por las consecuencias que está teniendo la Covid en los tratamientos de los pacientes y en los diagnósticos tempranos de esta enfermedad, en vísperas del Día Mundial contra el Cáncer.
Servimedia ha entrevistado a cuatro de estos especialistas y todos coinciden en señalar que estamos en un momento muy delicado, en plena tercera ola y recomiendan “ponerse las pilas” para atender a los pacientes que no acuden a las consultas o al hospital.
El doctor Javier Hornedo Muguiro, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid, considera que la pandemia de Covid-19 "implica el riesgo de retrasos en el diagnóstico de enfermos oncológicos. El paciente con cáncer es remitido con el diagnóstico hecho o con una importante sospecha del mismo al servicio de Oncología, y si los servicios donde el enfermo acude de entrada (como Urgencias o Medicina Interna), están saturados, hay un evidente riesgo de retraso en el diagnóstico del cáncer”.
A esta situación se añade la sobrecarga de las UVI que puede condicionar las cirugías oncológicas complejas, ya que requieren un seguimiento especial después de la intervención. El doctor Hornedo cree que “se requiere una adecuada planificación muy dinámica según la evolución de la pandemia para asignar los recursos personales y materiales para poder atender a patologías que no pueden esperar, como es el cáncer además de dar asistencia a los enfermos de Covid-19”.
Por su parte, Ana Lluch Hernández, catedrática de Medicina en la Universidad de Valencia y jefa de servicio de Hematología y Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario de Valencia, asegura que “los médicos seguimos muy activos y continuamos realizando las visitas médicas, pero es verdad que los pacientes tienen miedo a acercarse al hospital y puede haber retrasos diagnósticos. En 2020, tuvimos menos consultas que en otros años: entre un 15 y un 20 por ciento. Hay pacientes que no nos han llegado porque tienen miedo a acercarse al hospital. Especialmente, en los casos de cáncer de colon y de mama, ya que han estado parados los procesos de control en los primeros meses de la pandemia”.
La doctora Lluch quiere llamar la atención sobre los infradiagnósticos, “algo que vamos a pagar de cara al futuro”. Le preocupa la situación límite del sistema de salud, “especialmente los profesionales vamos a salir tras la Covid con un trabajo extra, un mayor esfuerzo. Los especialistas tendremos que abordar cómo lo afrontamos, porque si ya teníamos escasos recursos humanos y estábamos infradotados económicamente, tendremos que pedir más ayuda".
Para Jesús García-Foncillas, director del Instituto Oncológico OncoHealth (que aglutina a los hospitales Fundación Jiménez Díaz, Rey Juan Carlos, Infanta Elena, General de Villalba y de Albacete), “el nivel de afectación por la pandemia ha sido tan intenso que muchos pacientes decidieron no hacerse estudios ni pruebas y otros, no acudieron a las citas de tratamiento, o incluso de procedimientos quirúrgicos. Cuando se pierde la pauta de tratamiento nos encontramos en un contexto de posible aumento del riesgo de progresión de la enfermedad tumoral”.
Por contra, el doctor Rafael Rosell Costa, director médico y presidente del Instituto Oncológico IOR, del Hospital Universitario Dexeus, tiene otra experiencia: “En nuestro grupo IOR no hemos apreciado un impacto en la incidencia de recepción de nuevas visitas y/o diagnósticos de pacientes con cáncer, con la salvedad de que el cáncer en el momento del diagnóstico es ya una enfermedad avanzada y por lo tanto, el tratamiento recae directamente en los servicios de Oncología Médica. En el diagnóstico de enfermedad menos avanzado, estadios tempranos, como puede ser cáncer de mama, presumimos que el Covid no ha retardado las visitas”.
Los especialistas como el doctor Rosell destacan que el diagnóstico de una enfermedad premaligna o el diagnóstico muy temprano se produce esencialmente en el cáncer de mama. “En otros tumores, como leucemias, se trata de enfermedades sistémicas y muchos subtipos de cáncer de pulmón tienen un comportamiento similar, son enfermedades sistémicas no locales. Por ejemplo: muchos cánceres de pulmón en no fumadores se diagnostican con metástasis cerebrales y obedecen a factores de mutaciones que son tratables con fármacos selectivos por vía oral. Todos estos subtipos, en general, son enfermedades diseminadas por definición con tratamientos orales individualizados. La tecnología moderna permite el diagnóstico molecular rápido y no ha influido el factor Covid”.
Asimismo, cabe destacar que el sistema sanitario se ha adaptado por necesidad a esta nueva situación porque las intervenciones de cáncer de mama no se han dejado de hacer y los cirujanos realizan operaciones sin ingreso hospitalario con el fin de intervenir al paciente por la mañana para que luego se vayan a su domicilio en cuanto pueden en el mismo día. La Covid ha fomentado métodos innovadores o consultas telemáticas.
Sin embargo, la doctora Lluch está más preocupada por el cáncer de mama y el de colon. “El diagnóstico precoz es muy importante en estos casos, ya que los peores son los cánceres que no dan síntomas”. Y recurre a los datos para conocer mejor la actual situación. “Hasta ahora curábamos al 80 u 85 por ciento de los cánceres de mama, gracias también a las revisiones periódicas y los controles, lo que nos obliga a volver a tener un seguimiento de cada caso para no perder estos porcentajes tan esperanzadores. Un 20 por ciento de los pacientes oncológicos no han acudido en condiciones normales a las revisiones y a los controles por la Covid. Hay mucho temor a la visita al hospital”.
El doctor Hornedo señala los casos de cáncer de pulmón y enfermedades oncohematológicas como “los casos con una mayor incidencia y prevalencia en el Covid-19 y es evidente que la sobrecarga asistencial hospitalaria condiciona este riesgo. Los enfermos diagnosticados ya de cáncer deben acudir a la consulta cuando presenten lo síntomas conocidos de Covid-19: fiebre, dificultad respiratoria, astenia, mialgias, anosmia”.
En oncología médica, el paciente acude al especialista de referencia en función del órgano original de la enfermedad: colon, estómago, cerebro, pulmón, piel, riñón, mama, páncreas. “En el hospital -explica el doctor Rosell- los comités de tumores son vitales para las decisiones de cada tipo de origen anatómico. Para ellos existen los comités semanales específicos para cada área, sea tumores digestivos, ginecológico, urológicos, pulmón y otros. En los comités se estudian y se valora con el panel multidisciplinar de expertos, cirujanos, oncólogos de radioterapia, oncólogos médicos, ginecólogos neumólogos, entre otros, cómo proceder en cada caso”.
Los especialistas también destacan el papel de la medicina primaria que ahora tiene un volumen de trabajo tremendo. La doctora Lluch recuerda que “en la Comunidad Valenciana hemos facilitado un sistema de circuito rápido oncológico para que el paciente que tenga unos primeros síntomas pueda ser visto en menos de 48 horas, y aunque ahora no hay muchos pacientes que utilizan este circuito, el sistema sigue funcionando”.
También el equipo del doctor García-Foncillas ha buscado generar circuitos libres de Covid-19 para evitar que los pacientes oncológicos, especialmente los vulnerables, pudieran correr riesgos. “En ese sentido, hemos hecho al mismo tiempo controles siempre que un paciente ingresaba para cualquier procedimiento, a fin de confirmar que no había un proceso de infección asintomático. Esto nos ha permitido detectar cualquier inicio asintomático de Covid-19 y evitar que se iniciara un tratamiento quimioterápico que pudiera poner en especial riesgo al paciente”, concluye García-Foncillas.
Sobre todo han tenido mucho cuidado con los pacientes más vulnerables que requerían un seguimiento más estrecho para poder llevar a cabo el procedimiento necesario. “Cuando tenemos pacientes de más riesgo, con un nivel de comorbilidad que implica un peor pronóstico en caso de contagiarse, lo que conlleva una mayor complejidad en el tratamiento de ese tumor, tenemos que ser cautos y considerar que cualquier estrategia terapéutica tiene que estar muy meditada para conseguir el mejor resultado con el menor riesgo. El mejor consejo en este sentido es individualizar el abordaje de cada caso”, finaliza el doctor García-Foncillas.
(SERVIMEDIA)
30 Ene 2021
s/gja