Así lo aseguró la patronal en un comunicado divulgado este viernes en el que consideró que los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) “evidencian una notable ralentización de la recuperación de la actividad”, como consecuencia de las restricciones decretadas para paliar los efectos causados por el empeoramiento de la crisis sanitaria.

Según el INE, el PIB cayó un 9,1% en el último trimestre de 2020 respecto al mismo periodo del año anterior, aunque logró crecer un 0,4% respecto al tercer trimestre, una mejora que la patronal evalúa como una “estabilización del crecimiento económico”. Respecto al conjunto del año, el INE calcula que la economía española sufrió una caída histórica del 11%.

Desde CEOE señalaron que el descenso en la inversión ha estado influido “por el severo deterioro de los resultados empresariales, el menoscabo de las expectativas y la incertidumbre creciente”, además del aumento de los costes laborales y la caída de la productividad.

En esta coyuntura, la organización considera que es “necesario” asegurar un entorno “que sea propicio para favorecer la inversión empresarial y la mejora de la competitividad de nuestra economía”.