Se trata de la horquilla máxima permitida por el Banco Central Europeo (BCE) y supondrá el abono de 0,0268 euros brutos por acción, a pagar "durante el segundo trimestre".

La decisión de abonar este dividendo es una propuesta del nuevo Consejo de Administración, que tendrá que ser aprobada en una próxima la Junta General de Accionistas, en su caso, así como las condiciones específicas de su pago, y estará sujeto a la ejecución de la fusión con Bankia, solo pendiente ya de autorizaciones regulatorias.

Caixabank detalló que el dividendo será abonado a todas las acciones en circulación en el momento del pago, y deja sin efecto su política anterior de remuneración al accionista a consecuencia de la fusión.