Esta es una de las medidas del plan presentado por la patronal automovilística para que España pueda cumplir su objetivo de que cinco millones de vehículos eléctricos circulen por el país en el año 2030.

Para ello, Anfac pide un impulso “definitivo” de la infraestructura de recarga eléctrica de acceso público, clave para el desarrollo del coche eléctrico y para el cumplimiento de los objetivos de descarbonización.

A este respecto, Anfac señala que aunque el desarrollo de los vehículos impulsados por nuevas tecnologías ha experimentado notables avances en España en los últimos diez años, “estamos todavía lejos de otros países de nuestro entorno y de un avance que impulse el desarrollo real del vehículo eléctrico”.

En 2011, los vehículos eléctricos representaban el 0,05% del mercado mientras que en 2020 el porcentaje se ha elevado hasta el 4,8%, un crecimiento notorio pero insuficiente al representar tan sólo el 0,2% del actual parque automovilístico.

Una de las principales demandas de los fabricantes es fijar objetivos vinculantes de despliegue de infraestructura de recarga de acceso público, con este objetivo de entre 45.000 y 48.000 puntos de recarga de acceso público el 31 de diciembre de 2022.

Esa cifra se debería elevar hasta entre 110.000 y 120.000 puntos de recarga el 31 de diciembre de 2025 y a entre 340.000 y 360.000 el 31 de diciembre de 2030.

Otras medidas demandadas por Anfac son el reconocimiento de interés estratégico nacional para proyectos de despliegue de infraestructuras de recarga pública de alta potencia, que se promueve un marco regulatorio local claro y simplificado, ayudas a la implantación de la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos, beneficios fiscales de carácter temporal en el Impuesto Especial sobre Electricidad o la flexibilización temporal de los costes fijos en puntos de recarga pública.