Sin embargo, su excarcelación tiene condiciones. La magistrada María de los Reyes Jimeno ha dado luz verde a la libertad condicional del etarra siempre que quede bajo custodia de un familiar, encargado de su cuidado y vigilancia, que fije una residencia y no salga de los límites provinciales de su domicilio.

Además, tendrá que comparecer cada 15 días para “informar de sus actividades y justificarlas” y tendrá prohibido “participar en cualquier homenaje o acto público que se celebre en su honor o en honor a otros miembros de la organización terrorista ETA”, o conceder “cualquier tipo de entrevista, declaración o aparición en medios de comunicación”.

La libertad condicional puede aplicarse a los “penados enfermos muy graves con padecimientos incurables” que podrán ser clasificados en tercer grado “por razones humanitarias y de dignidad personal, atendiendo a la dificultad para delinquir y a su escasa peligrosidad”.

Troitiño, de 63 años, cumple actualmente una pena de cinco años, 11 meses y 29 días por el delito de pertenencia a banda terrorista. Su salida de la cárcel estaba prevista para noviembre de 2022. La Audiencia Nacional lo condenó en 2018 por mantener su actividad terrorista en ETA tras su excarcelación por un error administrativo en 2011. El condenado aprovechó la ocasión para huir a Reino Unido, donde fue detenido en 2012 y extraditado en 2017. Para entonces había pasado dos décadas en prisión por 22 asesinatos.