Así lo defendió en un evento telemático organizado por Nueva Economía Fórum, en el que reflexionó sobre cómo serán las relaciones entre Washington y Bruselas con el cambio de inquilino en el Despacho Oval tras las elecciones presidenciales estadounidenses del pasado mes de noviembre.

La jefa de la diplomacia española dijo que con la llegada al poder de Joe Biden “se abre una etapa de gran esperanza”, lo que “no quiere decir que las relaciones con EEUU no vayan a tener puntos fricción, siempre los ha habido, y es normal que los haya”.

González Laya comentó que durante la etapa de Donald Trump en el poder se produjo una “ruptura” en la relación trasatlántica y en “el modo de entender” la alianza que une a EEUU y la Unión Europea.

Por ello, señaló la necesidad de “dotar a la relación trasatlántica de un alma”, que en el pasado se caracterizó por “la lucha contra los totalitarismos”, “la defensa de la democracia” y el desarrollo de la globalización.

Esto le sirvió para reconocer que esa relación “se ha quedado coja”, por lo que “hay que dotarla de una brújula” que tenga como punto de destino “rehumanizar la globalización”, con el objetivo de que ésta cuente con “un punto de inclusión de los ciudadanos”. Todo ello desde la certeza de que la UE y EEUU “pueden y deben trabajar juntos”.

La ministra de Asuntos Exteriores también se refirió a si tiene previsto sustituir al actual embajador de España en EEUU, Santiago Cabanas, aprovechando la llegada al poder de Joe Biden.

González Laya desdeñó esta posibilidad, ya que “los cambios de embajadores se hacen de manera natural y regular, cuando se cumplen los mandatos”, lo que le dio pie a proclamar que Santiago Cabanas es “un embajador excelente, a imagen y semejanza del servicio exterior de nuestro país”. Finalmente, zanjó esta cuestión dejando claro que “no habrá cambios hasta el final de su mandato”.