Las aportaciones brutas a los planes de pensiones mantuvieron el mismo ritmo de crecimiento que en 2019, alcanzando los 5.562 millones de euros (63 millones de euros más que en diciembre de 2019), mientras que las prestaciones brutas se situaron en 4.386 millones, con una reducción de 290 millones.

Por sistemas, destacaron las aportaciones netas positivas al Sistema Individual, 1.336 millones de euros en el conjunto de 2020, volumen que no se registraba desde hacía 11 años, y las menores prestaciones netas en el Sistema de Empleo (152 millones frente a los 334 de 2019).

Desglosado por categorías, las que tuvieron un mayor crecimiento en aportaciones continuaron siendo aquellas en las que los partícipes advirtieron mayor potencial de revalorización como son las de mayor exposición a acciones (Renta Variable y Renta Variable Mixta).

Sólo en el cuarto trimestre, los planes de pensiones aumentaron su patrimonio en 5.495 millones, debido tanto a las aportaciones netas del trimestre como a la notable revalorización experimentada por sus carteras, y en todo 2020 creció un 1,8%, en 2.100 millones, respecto a diciembre de 2019.

El número de cuentas de partícipes se situó en 9.541.905 al cierre del año y se estima que corresponden a unos ocho millones de personas al existir partícipes con más de un plan.

El Sistema Individual reflejó un patrimonio de 82.014 millones en 2020, un 5,9% más; el Sistema de Empleo registró 35.681 millones en activos, un 2,6% más, y el Sistema Asociado reflejó 827 millones de volumen, un 3,1% más.

Los planes de pensiones culminan la corrección del ajuste de marzo por efecto de la crisis sanitaria y vuelven a presentar rentabilidades positivas en todos los plazos. La rentabilidad a 25 años es del 3,5% de media anual, y a 10 y 15 años es del 3,38% y 2,17% respectivamente.