Durante la presentación de la Revista de Estudios "La salud mental de las personas jóvenes en España", patrocinada por Igualdad, el director general del Injuve, Gabriel Alcanchel, indicó que "son muchos los problemas que rodean a los jóvenes (consumo de drogas, sexualidad o accidentes de tráfico) pero no se tratan otros tan importantes como salud mental, alimentación, etc.".

Según Alcanchel, en los últimos años se ha producido un incremento del 5% en las consultas a los médicos de cabecera y un 15% en las recetas de psicofármacos en adolescentes y jóvenes.

El director destacó que entre un 10 y un 20% de jóvenes europeos sufren algún problema de salud mental o de comportamiento.

Por su parte, la profesora de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid y coordinadora de la revista, Nieves Rojo Mora, aseguró que los problemas de los jóvenes repercuten en su vida de adultos, y que los padres tienen un papel fundamental en la educación de sus hijos como factores de prevención ante los posibles problemas mentales que puedan sufrir los menores.

Por ello, Rojo Mora considera como necesario el "investigar la farmacología de género de los trastornos psicológicos" y hacerlo por sexos ya que existe una "sintomatología distinta en hombres y mujeres".

En dicha revista, expertos en distintos ámbitos escriben artículos sobre cuestiones relacionadas con el tema principal del trimestre, y que en este caso ha sido con la salud mental de los jóvenes españoles.

De esta forma, se abordan temas como ansiedad, depresión, fobias, trastornos alimenticios (anorexia y bulimia), como afectan las rupturas familiares en el adolescente, las relaciones con sus iguales en las aulas y fuera de ellas, comportamientos antisociales, el suicidio, consumo de drogas y la falta de asistencia sanitaria en la salud mental de los chicos españoles.

Sobre esto último, el sociólogo y director del Instituto Max Weber y coordinador de la revista, Santiago Pérez Camarero, denunció que los problemas de salud mental que sufren los adolescentes no son tratados por los médicos hasta que el menor no comete un intento de suicidio, por lo que la situación llega a extremos peligrosos para la vida del menor.