El director general de Tráfico, Pere Navarro, defendió, en un coloquio online organizado por Executive Forum, la gestión realizada por las diferentes administraciones para solventar las dificultades en carretera ocasionadas por la nevada.

No obstante, apuntó que hay "una asignatura pendiente" que se ha comprobado con la borrasca Filomena. "Estas semanas hemos dado vueltas en la DGT y quizá convendría poner en el Reglamento de Circulación, para las carreteras con tres o más carriles y cuando nieva, la obligación de dejar libre el carril izquierdo para el paso de los vehículos de emergencia y quitanieves", apuntó.

Por otro lado, Navarro afirmó que "nadie pasó la noche obligado en la carretera" durante la copiosa nevada caída durante los pasados 8 y 9 de enero por la borrasca Filomena, que causó el colapso de numerosas vías en el centro peninsular.

Indicó que hubo más de 800 vehículos abandonados en vías como la M-40 y la A-4, por ejemplo, pero añadió que "nadie pasó la noche obligado en la carretera" y que las personas que quedaron atrapadas en la nieve fueron atendidas y trasladadas. "Voluntariamente, evitamos que alguien se quedara solo en la carretera", añadió.

Navarro agradeció la colaboración de organismos públicos con empresas para la retirada de los vehículos abandonados en las carreteras y apuntó que el miércoles 13 de enero ya no quedaron camiones embolsados ni coches a su suerte, con lo que ese día finalizó el operativo por la nevada.

Apuntó que personas de la DGT con larga experiencia aseguran que no recuerdan que un dispositivo especial por una nevada se realizara "tan razonablemente bien". "Nos ayudó mucho el coronavirus porque estábamos con un 20% menos de tráfico, nos ayudó mucho el fin de semana y, probablemente, que no hubiera colegios también ayudó", añadió.