En la Junta General de Accionistas, el presidente de la entidad aseguró que "tenemos vocación de seguir en Portugal", donde recordó que su negocio está centrado en banca comercial, con la actividad crediticia centrada en pymes y familias.

Ron señaló que, con el apoyo financiero debería "estabilizarse" la situación en los mercados, si bien recordó que "otras intervenciones no han tenido efectos muy positivos".

El principal responsable del Popular recordó que su filial portuguesa cuenta con unos activos de 8.431 millones de euros, que representa un 6,5% sobre el total del grupo.

Además, indicó que su rentabilidad es "baja", y subrayó que el beneficio neto en 2010 fue de 17 millones de euros, lo que supone menos del 3% del total del grupo.

Ron no prevé que vaya a mejorar esta aportación al beneficio conjunto del grupo ni este año ni el próximo.

En relación al crédito, que supone unos 6.000 millones, apuntó que está centrado fundamentalmente en pymes y familias, por lo que el rescate "no debería afectar".

Respecto a la deuda soberana de Portugal que el Popular tiene en balance, la cifró en 600 millones de euros y pidió "tranquilidad", ya que el ajuste por valor de la misma "esta puesta contra patrimonio", por lo que "no va a tener impacto en resultados".

Además, este ajuste por valor se recuperará cuando venza la deuda, aseguró.