Así lo afirmó hoy el secretario de Estado de Energía, Pedro Marín, en su comparecencia en la Comisión de Industria, Turismo y Comercio del Congreso. Según explicó, a día de hoy han sido entregados “casi todos los vales” para recoger estas bombillas, y el 30% de las mismas han sido efectivamente retiradas.

El secretario de Estado defendió en su intervención la oportunidad de esta iniciativa, que ha permitido que muchos ciudadanos accedan a este tipo de tecnología. “No todo el mundo tenía la posibilidad de tener una de estas bombillas en su casa”.

De este modo respondió a la diputada popular María Teresa de Lara, que juzgó poco conveniente, en la actual coyuntura de crisis económica, la puesta en marcha de una medida como esta, cuyo presupuesto asciende a más de 130 millones de euros.

Marín admitió que esta iniciativa será financiada, efectivamente, por todos los ciudadanos, “como todas las que figuran en los Presupuestos Generales del Estado”.

Además, los ciudadanos que recojan la lámpara “recuperarán esta inversión con el ahorro energético que esa bombilla les va a suponer”.

Puntualizó, asimismo, que una de estas bombillas tiene un coste cercano a los 8 euros en cualquier comercio, mientras que “la compra por parte del Estado ha reducido el precio a la cuarta parte”.

“Van a recuperar el haber tenido que pagar unos céntimos más en la factura eléctrica”, concluyó.