Se trata del evento anual que suele atraer a los principales inversores de todo el mundo -este año participan 242 y el 79% son extranjeros- para conocer directamente desde las empresas cotizadas y de boca de altos miembros del Gobierno los planes a futuro y plantear todos sus interrogantes. Sus cuestiones a Calviño pivotaron sobre las reformas, particularmente las de pensiones y laboral; si prevé mayor concentración bancaria, cómo se repartirán los fondos que lleguen de Europa, en qué lugar queda la consolidación fiscal y por qué difieren las proyecciones del Gobierno frente al resto de expertos.

Calviño ratificó las proyecciones del Gobierno, que auguran un aumento tendencial del 7,2% este año para el PIB y de hasta el 9,8% con la llegada de los fondos europeos, dejando, incluso, la puerta abierta a una mejora futura. La ministra justificó las diferencias en las proyecciones en las incertidumbres que rodean su formulación, destacando dos: la evolución de la pandemia y la capacidad de la economía para recuperar la tracción.

Respecto a la primera, indicó que cuando se realizaron las proyecciones, “anticipamos que una gran parte de la población sería vacunada durante la segunda parte de este año, mientras que otras previsiones son más pesimistas y sostienen que, hasta el próximo año, no alcanzaremos un gran grado de inmunidad”.

“Podemos discutir sobre este asunto durante horas. Pero consideramos que las noticias que nos han llegado desde octubre van en la dirección de reforzar nuestra hipótesis, si es que no la mejora” puesto que “no pensábamos que la vacunación comenzaría ya en diciembre”, apuntó.

El segundo factor que marca la diferencia en las proyecciones tiene que ver “con el impacto multiplicador de la fuerza de la recuperación”. Y aquí reivindicó que el país demostró ya en el tercer trimestre “su muy fuerte capacidad para recuperarse de una manera muy dinámica cuando se levantan las restricciones”, sorprendiendo, incluso, a los observadores. Aseguró que el dinamismo se mantuvo en el cuarto trimestre y “nos hace pensar que la recuperación puede ser muy fuerte en el transcurso del 21”.

COMPROMETIDO CON AYUDAR A SORTEAR LA CRISIS

Durante su intervención, detalló las medidas desplegadas por el Gobierno para ayudar a empresas, autónomos y trabajadores a encarar la crisis provocada por el coronavirus, tales como los avales del ICO, las moratorias o los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), y garantizó la decisión de “estar muy alerta para ayudar a nuestras empresas y trabajadores a resistir hasta que la crisis finalmente termine”. “El Gobierno está absolutamente comprometido con este empeño y, ciertamente, ha sido la mejor manera de preservar la base para una fuerte recuperación en el transcurso del 2021”, sostuvo.

A eso agregó que se añadirá el Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia que pivota sobre 30 actuaciones -planes y reformas- para atajar las vulnerabilidades de la economía y aumentar la productividad actuando en ejes como la digitalización o la transformación ecológica, garantizando que la intención es hacer de este 2021 el “año de la recuperación y transformación de nuestro país” de la mano de su implementación.

“Este plan de recuperación es un gran desafío, pero también una oportunidad única para modernizar nuestro país, para impulsar las reformas que todos coinciden que son indispensables para el presente y, lo que es más importante, para el futuro de España”, remarcó, indicando que el Gobierno ha desplegado toda la red de contactos, creando foros y comisiones para involucrar en su ejecución a todos los actores, incluido el diálogo social.

Ante las dudas planteadas por los inversores, a los que alentó a leerse el documento para conocer su ambición y a donde se dirigirán las inversiones, refirió que la cooperación público-privada será ahí “un aliado absolutamente indispensable” ya que las inversiones y reformas “tienen como objetivo movilizar la inversión privada”, y el Gobierno espera movilizar así unos 500.000 millones de fondos privados. “Mi mensaje principal es tranquilizador y confiado en que creo que, junto con el sector privado, podremos implementar estos ambiciosos planes de reforma de las inversiones”, indicó.

CONSOLIDACIÓN FISCAL

Ante el interés despertado por cómo se prevé actuar para reducir un déficit y deuda hoy disparada por los costes asumidos con las medidas especiales por la Covid-19, Calviño reiteró el compromiso del Gobierno con la consolidación fiscal, asegurando que el crecimiento previsto para el 2021 se prevé que “podamos comenzar a reducir nuestra relación déficit y deuda con respecto al PIB” ya este año. Justificó los fuertes gastos “para poder establecer una red de seguridad que nos asegure preservar la base de nuestra actividad económica para que podamos tener un fuerte rebote o fuerte recuperación en el transcurso de 2021”, y explicó que el Tesoro se está financiando a precios históricamente bajos.

Aquí recordó que el organismo logró reducir el coste de toda la deuda el pasado año y este año ya ha recortado en 10.000 millones de euros netos las previsiones de emisión, gracias a que se han logrado ingresos fiscales superiores a los previstos el pasado año. “Estamos absolutamente comprometidos con la responsabilidad fiscal, como lo hicimos en años anteriores y estábamos en el camino correcto”, indicó en alusión a la situación previa a la pandemia.

En cuanto a reformas claves como la del mercado laboral, indicó que tanto en esa, como la de pensiones y, “en general, las reformas estructurales” abrazadas por el Gobierno “están basadas en un fuerte consenso”. Según reivindicó, “este Gobierno ha mostrado un gran compromiso por juntar las distintas posturas e intentar tener el mayor consenso político y económico posible” y continuará “en la misma línea”, trabajando “con todas las partes”. “Tenemos que hacerlo de una forma eficiente, pero también con consenso si queremos que se prolonguen en el tiempo”, resumió.