Cáncer de mama
14 peregrinas oncológicas finalizan el Camino de Santiago y ponen rumbo a la vida
- Acompañadas por personal sanitario del Hospital Universitario Infanta Cristina de Madrid
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Un grupo de catorce mujeres con cáncer de mama en estado de remisión completaron este viernes con éxito un nuevo desafío en sus vidas: recorrer los últimos kilómetros del Camino de Santiago ‘más terapéutico’. Salieron de la localidad lucense de Sarria el lunes. Ni los 25 kilómetros diarios que han tenido que caminar, ni los 115 que suman las cinco etapas del recorrido, desanimó a esta “familia de peregrinas”.
Ellas son Alejandra, Yordanka, Laura, Diana, Pilar, Marcia, Montserrat, Sonia, Nieves, Rosa María, María del Mar, Guadalupe, María Teresa y Rosa María. Son nombres diferentes de mujer para una misma patología: el carcinoma mamario. A Laura Lorente le diagnosticaron cáncer de mama con 32 años, pero una década y muchas sesiones de quimio y radioterapia después, le retiraron la medicación contra el cáncer.
“Ahora siento que me estoy recuperando porque cuando te medicas te duele todo, las articulaciones, hasta subir las escaleras”, confesó en una entrevista a Servimedia. “El pasado mes de mayo acudí a la revisión de mi enfermedad y en el hospital me dijeron que era “la paciente perfecta para hacer el Camino de Santiago”.
EL CAMINO ES MUCHO MÁS
Al término de cada etapa, las pacientes realizaron sesiones terapéuticas con el equipo de apoyo sobre cambios emocionales, técnicas de relajación, etc. En definitiva, sobre sus vivencias con el cáncer. “Esta enfermedad nos ha enseñado una certeza: reír te alarga la vida y te da fuerza”, explicó esta paciente.
El equipo de profesionales de apoyo, formado por una médico, dos enfermeras, una auxiliar y un fisioterapeuta, estuvo en contacto diario con estas aguerridas mujeres, velando por su seguridad. Además, un autobús acompañó al grupo durante todas las etapas para prestarles soporte en caso necesario. “Para mí ha sido una experiencia increíble, casi mágica”, manifestó la neumóloga Ruth Herrero en declaraciones a Servimedia.
Como médico, Ruth no pudo evitar tomar partido y permanecer ‘en modo trabajo’. “Siempre estás pendiente de que todos estén bien, no sólo físicamente, sino también a nivel emocional”. Calificó el viaje como un regalo por reencontrar a unas mujeres a las que has tratado y ahora vuelves a ver fuera de la consulta, sin batas por medio. Otra de las peregrinas, Carolina Medina de Campos, trabaja como enfermera en el mismo centro hospitalario. Se mostró agradecida por “acompañar a estas pacientes en una nueva etapa de superación”.
Esta iniciativa cuenta con el apoyo de la Asociación Española Contra el Cáncer, la Fundación Sacyr y Roche; y pone el foco sobre la importancia del ejercicio físico y sus beneficios para la salud. José López Fernández, fisioterapeuta del hospital para el que éste fue su 'segundo Camino', destacó el poder transformador de la experiencia y confesó que "cada año se sorprende al ver a mujeres que llegan repletas de temores, pensando que no serán capaces de acabar el recorrido, y acaban llenas de confianza”.
Laura Lorente apuntó como conclusión que "el Camino no va solo de andar, es mucho más: es compañía, sonrisas y recuerdos, (la mayoría malos), pero todas compañeras los compartimos con una sonrisa, nunca llorando”.
En este viaje se compartió todo. La falta de sueño, el dolor de unos pies con ampollas tras una caminata de 30 kilómetros y también la motivación por continuar, superarse, y finalmente, llegar.
(SERVIMEDIA)
20 Sep 2024
AOA/pai