El 14% de los niños extranjeros están fuera del sistema educativo ----------------------------------------------------------------

MADRID
SERVIMEDIA

Los colegios públicos y privados españoles matricularon en niveles no universitarios durante el curso que acaba de finalizar a 39.156 alumnos de origen extranjero, lo que supone que por cada 200 españoles hay un escolar inmigrante.

Así lo indica el informe "La Educación Intercultural en España", elaborado por el Servicio de Educación Compnsatoria del Ministerio de Educación y Ciencia (MEC), dirigido por Luis Pérez, que por primera vez recoge una estadística sobre la población escolar inmigrante en nuestro país y que, entre otros datos, revela que "un 14 por ciento de los niños extranjeros estarían fuera del sistema educativo español".

El estudio subraya que a pesar del reducido número de extranjeros que hay en nuestro país, y especialmente en el sistema educativo, todo permite "pronosticar un crecimiento de la presencia de estos alumns".

El reciente fenómeno de la inmigración en España explica que la presencia de los alumnos extranjeros con respecto a los españoles sea más destacada en los niveles de Preescolar (5.268 alumnos) y de EGB (26.005), que en las Enseñanzas Medias (7.852). Por otro lado, la situación social y económica de los extranjeros hace que muchos sólo escolaricen a sus hijos hasta los niveles obligatorios.

ORIGEN

Respecto a su origen, el 35,6% del total proceden de la Comunidad Europea, el 27,7% de Latinoamrica, el 12,7% del Magreb, el 9,2% de otros países europeos, el 8,6% de Asia, el 3% del resto de Africa, el 2,7% de América del Norte y el 0,3% de Oceanía.

El informe subraya que dentro de estos bloques aparecen importantes diferencias culturales y lingüísticas entres ellos e incluso entre los originarios de una misma área cultural, como Marruecos, entre los que figuran los que hablan bereber, árabe coránico o dialecto árabe-marroquí.

El 70 por ciento de estos alumnos extranjeros residen en la counidades que tienen competencias plenas en Educación. Las que mayor presencia detectan son Ceuta y Melilla (que acogen el 1,43% respecto al total de alumnos), Baleares (0,98%), Cataluña (0,87%), Canarias (0,78%), Madrid (0,75%), Galicia (0,68%) y Comunidad Valenciana (0,63%), regiones que superan la media nacional.

En las regiones gestionadas por el MEC tienen mayor peso relativo los asiáticos, africanos subsaharianos y norteamericanos, mientras en las comunidades con competencias educativas es mayor a concentración de magrebíes, europeos y latinoamericanos.

FUERA DEL SISTEMA ESPAÑOL

Respecto a los residentes inmigrantes cuyos hijos no reciben ninguna educación en el sistema español, el estudio se refiere a 4.339 niños de edades entre los 6 y 14 años, procedentes en su mayoría de Asia, la Comunidad Europea, Estados Unidos, Canadá y Africa subsahariana.

Sin embargo, una proporción significativa de estos niños se escolarizan en 101 centros implantados en España pero dependientes de sus paísesde origen (liceo francés, italiano o británico, por ejemplo), principalmente de los países comunitarios, Japón, Irak, Libia y EE.UU. Así, el número de niños sin escolarizar se reduciría a 300, procedentes en su gran parte del Africa subsahariana.

Este dato explicaría que la inmigración originada por razones económicas es la atendida más habitualmente en la red española, mientras que los sectores más favorecidos se integran en los centros correspondientes a sus países de origen.

Sobre la titularidd de los centros a los que acuden, el informe subraya que "los hijos de inmigrantes se escolarizan más frecuentemente en centros privados que el conjunto de los alumnos españoles". Mientras 33 de cada 100 españoles acuden a estos colegios, entre los extranjeros la cifra asciende a 42 de cada 100.

Aún así, la presencia de escolares inmigrantes es mayor en centros públicos, que atienden a un 57% de los extranjeros, que en los privados, donde cursan estudios un 42,3%.

CONCLUSIONES

A tenor de la siuación descrita, el informe plantea una serie de iniciativas educativas a desarrollar en un futuro.

Entre ellas, destaca la necesidad de desarrollar intervenciones en el campo de la educación de adultos, labor hasta ahora asumida principalmente por la ONGs, puesto que la mayoría de la población extranjera residente en España supera la edad escolar, siendo los adultos jóvenes de entre 20 y 35 años los más numerosos. Muchos de ellos son analfabetos o no han finalizado sus estudios elementales.

Respcto a la red educativa española, el informe hace hincapié en la necesidad de formar al profesorado en la educación intercultural y, especialmente, del español como lengua extranjera.

Todo parece presagiar que las aulas españolas acogerán una población cada vez más multirracial, a la que los docentes deberán tener respuestas de las que carecen en la actualidad.

El MEC no ha implantado ningún programa específico para enseñar el castellano, ya que su política consiste en integrar a estos jóvenes en as mismas aulas de los alumnos autóctonos, ofreciendo a los centros una ayuda suplementaria en recursos humanos y económicos.

Sin embargo, tampoco ha editado en estos años material didáctico sobre castellanización de alumnos, que pudiera servir de ayuda a los profesores, labor que, por el contrario, sí han desarrollado el Servicio de Enseñanza del Catalán en Cataluña y otras ONGs.

El informe señala también algunas iniciativas bilingüistas, como el Programa Hispano Luso para la Acción Educativa y ultural desarrollado en la zona asturleonesa, que aunque han sido evaluadas muy positivamente porque supone la enseñanza de la lengua materna, tienen escasa implantación en España.

(SERVIMEDIA)
04 Ago 1992
L