En Valencia, en un repleto pabellón de deportes con aforo para unas diez mil personas, el candidato socialista recordó que Rajoy le declaró impedido para gobernar por carecer de principios y convicciones, y optó por entrar de lleno en la respuesta. "Estos son mis principios. Primero, no matarás; por eso estoy en contra de las guerras ilegales. Segundo, no mentirás; por eso ataqué la gestión que hizo el Gobierno de la catástrofe del Prestige. Tercero, no robarás; por eso, por si acaso, yo hubiera hecho dimitir al presidente de la Diputación de Castellón. Cuarto, no tolerarás abusos sexuales a menores; por eso no me callé cuando el alcalde de Toques fue condenado por abusar de una menor. Otros sí se callaron", afirmó.

Rodríguez Zapatero advirti una cosa más a Rajoy a cuento de los valores. "Los hombres de principios son hombres de coraje político. Si quiere hablar de principios y de convicciones, vamos a un debate público", le espetó.

Las palabras de Rajoy fueron también aprovechadas por el líder socialista para "entrar al trapo" en otro ámbito. Después de que el candidato popular comparara la España feliz del PP con una película de cine negro protagonizada por el PSOE, Rodríguez Zapatero le invitó irónicamente a ver una película el día 15 e marzo, después de las elecciones, "Lo que el viento se llevó".

Frente al "todo debe quedarse igual, nada debe cambiar" que, a su juicio, defiende el PP, Rodríguez Zapatero reiteró que en España deben cambiar muchas cosas, y una de ellas es la política de empleo. En este sentido, comprometió un gran acuerdo con empresarios y sindicatos para bonificar a las empresas que creen empleo estable, sancionar "durísimamente" a las que cometan fraude con la contratación temporal, reducir la siniestralidad, y eradicar la discriminación entre hombres y mujeres y el acoso en el trabajo.

Se comprometió además a reforzar la formación de los trabajadores y a impulsar el desarrollo tecnológico como fuentes de capital, aumentando cada año el presupuesto de investigación hasta llegar al final de la legislatura a la media europea, sacando de estas partidas "la compra de tanques". La impronta de España en el exterior la marcará la cultura, aseguró, y la Ley Organíca de Universidades (LOU) será derogada.

"Hay quecambiar muchas cosas, yo las quiero cambiar, se que hay una mayoría que también quiere que cambien, y ahora hay una oportunidad de hacerlo, en dos semanas", reiteró el líder socialista, que pidió expresamente a los ciudadanos de Valencia que hagan gala de su carácter liberal, progresista y abierto al mundo "y se sumen al cambio", recordando con esta reiteración el lema "Por el cambio" utilizado por el PSOE en las elecciones de 1982, las primeras que ganó.

Esa petición no se dirige sólo "a los más cercnos al PSOE", precisó, sino, sobre todo, "a los que quieren un cambio aunque se sientan menos cerca de nosotros". En caso de victoria electoral, aseguró, "seré consciente de ese voto y lo administraré adecuadamente".

Rodríguez Zapatero volvió a pedir a los electores "un ejercicio de imaginación" para visualizar cómo sería un gobierno socialista con la educación pública como bandera, que apruebe una legislación global contra la violencia de género, que dialogue con todos los presidentes autonómicos, qu escuche todas las opiniones, que defienda la paz como objetivo de la política exterior, "libre de mentiras y de propaganda".

"Ya se que eso lo podéis imaginar, pero lo mejor de todo es que lo podemos hacer, y lo vamos a hacer el 14 de marzo". "A pesar de lo que vais a sentir en las calles y en el trabajo", advirtió a los suyos, "van a intentar convencernos de que no podemos ganar, pero vamos a ganar", enfatizó entre aplausos de los asistentes.

El candidato socialista garantizó su disposición a djarse "lo mejor de mí mismo" en el intento de lograr esa victoria, pero pidió a los progresistas un "último esfuerzo" para que sean conscientes de que estas elecciones "son decisivas para el futuro del país" por la necesidad de "cambiar el rumbo" de los valores, los comportamientos y los objetivos de España.