En una conferencia pronunciada ante el Colegio de Economistas, Rajoy anunció que los próximos cuatro años van a constituir la "legislatura de la familia" y la de la "tercera rebaja" del Impuesto sobre la Renta, dejando el tipo máximo en el 40% y el mínimo en el 12%, reduciendo la tarifa en todos los tramos.

Rajoy explicó que se va a duplicar el mínimo exento del primer hijo, hasta situarlo e los 2.800 euros; situar el del segundo hijo en 3.000 euros, el doble que hasta ahora; y a partir del tercer hijo el mínimo exento por cada uno de ellos será de 3.400 euros.

Asimismo, la actual reducción existente en el IRPF por cuidado de hijos menores de tres años se duplicará, pasando de 1.200 euros a 2.400 euros, "trabaje o no la madre", añadió el candidato del PP a La Moncloa.

PLENO EMPLEO

Rajoy incidió en que España está en condiciones de crear dos millones de empleos en la próxima legisltura y alcanzar el pleno empleo al final de la década. Para ello, "mi primera medida de Gobierno" será llamar a los agentes sociales para trabajar en un "Acuerdo Nacional para el Pleno Empleo", dijo.

Eso sí, el candidato popular advirtió de que no se conseguirán los objetivos si el diálogo social se entiende como un sistema "de suma cero", en el que lo que gana uno lo pierde el otro, por lo que instó a sindicatos y empresarios a "estar a la altura de nuestros retos".

Rajoy reiteró su apuesta por a estabilidad de las cuentas públicas, que deberá implicar también a las comunidades autónomas y a las entidades locales. Propondrá que en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera, cada región elabore un informe de estabilidad financiera que se deberá remitir al Senado y que tendrá carácter público.

En su apuesta por mejorar el marco fiscal de las pequeñas y medianas empresas, el PP promete revisar en sus 100 primeros días de Gobierno las tablas de amortización para las empresas españolas cn el objetivo de mejorar el tratamiento fiscal de la inversión productiva y aprovechar el impulso de la recuperación económica internacional.

Rajoy se comprometió, asimismo, a reforzar las funciones y los medios del Tribunal de Defensa de la Competencia y a modificar la legislación para que el tribunal asuma la instrucción de expedientes de conductas anticompetitivas que actualmente realiza el Servicio de Defensa de la Competencia, que depende del Ministerio de Economía.

El candidato popular se flicitó de la reciente aprobación del Código de Buen Gobierno para las empresas cotizadas, y se comprometió a situar a España en esta materia a la cabeza de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo de la Economía (OCDE).

Rajoy admitió que España ya no puede contar con elementos como la política monetaria o la influencia en los tipos de cambio para influir en la economía, pero resaltó que existen "instrumentos suficientes" para impulsar la actividad económica: la política presupestaria y la mejora de la flexibilidad de la economía a través de reformas estructurales son los dos más importantes.

El líder del PP resaltó que su partido tiene un "modelo económico claro y coherente" y la experiencia de Gobierno "nos permite a todos comprobarlo", con principios a mantener como la libertad de empresa, la austeridad en el gasto público, los impuestos bajos o la apertura de la economía.