Duran i Lleida lamentó que el presidente del Gobierno, Joé María Aznar, comenzó su mandato "hablando catalán en la intimidad y ha acabado por no hablar", por sustituir el diálogo por el "monólogo", tanto en las relaciones con la oposición como con las comunidades autónomas.

En este sentido, denunció que el Ejecutivo ha basado sus relaciones institucionales en el color político del Gobierno de las distintas comunidades o la coincidencia con sus planteamientos, y ha actuado de manera "irresponsable con la unidad de España que dice defender".

Considera qu el Gobierno popular ha "faltado a la inteligencia de los ciudadanos" al presentar como una amenaza para la cohesión de España a las formaciones nacionalistas y a un PSOE al que pinta como "atado de pies y manos" por ERC, cuando es al contrario.

Esta actitud del PP es la que ha provocado, precisamente, que haya una voluntad mayoritaria de promulgar un nueco Estatuto, algo que no ocurriría si "hubiera sido capaz de dialogar", aplicar la jurisprudencia del Constitucional y desarrollar los contenidos delactual marco estatutario.

Duran considera que estos últimos cuatro años son un ejemplo más de que "cuando en España se ha gobernado con mayoría absoluta", ya que el PSOE tuvo actitudes "similares", se produce la ausencia de un "elemento fundamental en política, el diálogo y el entendimiento".

RAJOY HIPOTECADO

En cuanto a las últimas comparecencias públicas de Aznar, Duran advirtió de que con su maniqueísmo de 'conmigo o contra mí', 'o yo o el caos'", lo que hace es "hipotecar" el futuro de su prtido y de su candidato, Mariano Rajoy.

En esta situación, insistió en que CiU no firmará acuerdos permanentes si no se aceptan cuestiones básicas como la elaboración de un nuevo Estatuto para Cataluña, la reforma del modelo de financiación y mayores inversiones en esta comunidad.

Otra condición esencial es una postura diferente en torno al Plan Hidrológico Nacional, cuestión en la que el Gobierno popular ha mostrado una "grave deslealtad" al reformarlo en el Senado.

Esto no impide, agregó, ue "rechacemos la lógica de la utilidad del voto" y aprovechar la fuerza de CiU para hacer "política en mayúsculas", más allá de la investidura, a fin de tomar parte de los Presupuestos Generales, legislación en materia económica, o de atención a las personas con discapacidad.

MARCHA AGRIDULCE

En el mismo sentido se pronunciaba Trias, quien al hacer balance de los ocho años de gobierno de Aznar recalcó que se va del Congreso con una sensación "agridulce", porque la mayoría absoluta del PP no ha hech posible el diálogo en materia autonómica, aunque sí en política económica.

Trias recordó que el "trabajo y el esfuerzo" de CiU ha permitido reformar el sistema de financiación autonómico, un paso importante pero no suficiente; fomentar la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad; mejorar la seguridad ciudadana y el funcionamiento de la justicia; y orientar la política económica.

En esta última materia, subrayó, se han mejorado las pensiones; se han dado los primeros avances en ateria de autónomos; se ha fomentado la investigación y el desarrollo; y se ha mejorado la fiscalidad, con reformas del IRPF, el IAE y el Impuesto de Sociedades.

En cambio, en lo relativo al tema autonómico, denunció que el Ejecutivo popular ha generado "crispación" e intentado "imponer el pensamiento único y un nacionalismo español muy excluyente".

SEGUIDISMO DEL PSOE

Agregó que el PP ha contado en ocasiones con el "seguidismo incomprensible" del PSOE, lo que implica que ambos partidos han "tricionado de manera muy importante el pacto constitucional".

En su crítica al PP destacó también la actitud "autoritaria, despreciativa" del Ejecutivo de Aznar en lo relativo al Plan Hidrológico, en el que ha demostrado una "grave deslealtad" al CiU con las enmiendas introducidas en el Senado; y la postura mantenida en la guerra de Iraq,

Con todo, Trias confesó que no se siente "estafado" por la colaboración con el PP, que ha permitido a CiU ser "co-protagonista" de avances de los que se siente "ogulloso".

Sin embargo, concluyó, sí se lleva cierto "mal sabor de boca" porque, en estos últimos cuatro años, Aznar se ha "equivocado absolutamente en los aspectos de fondo en temas autonómicos, y de forma en casi todo".