Estos datos pasarán a formar parte de los ficheros informatizados de dichos servicios para agilizar la respuesta en caso de desastres naturales, accidentes, incendios y otras emergencias, con el objetivo de reducir el número de víctimas.

Las personas interesadas podrán facilitar de forma voluntaria información sobre si en una vivienda o una residencia de mayores hay personas con discapacidad auditiva que no pueden oír las alarmas de incendios, o que no pueden moverse sin ayuda de terceros.

Estos datos también contribuirán a mejorar la seguridad de profesionales como los bomberos, que sabrán de antemano cuando acuden a extinguir un incendio si en el lugar hay bombonas de oxígenoterapia, que ciertos enfermos utilizan como tratamiento y plantean un riesgo a adicional ya que son altamente inflamables.