Rubalcaba se refirió a este asunto en la Comisión de Interior del Congreso, donde acudió para explicar la tasa de delincuencia del pasado año, que fue de 45,1 delitos y faltas por cada 1.000 habitantes. Esta cifra que es siete puntos inferior a la tasa más alta de la última década, que se registró en 2002.

El titular de Interior indicó que el nivel de criminalidad en 2010 confirma una “tendencia de disminución” de la delincuencia en España en los últimos años, efecto que se constató también en ejercicios anteriores.

Asimismo, Rubalcaba señaló que durante el pasado año descendió de forma “significativa” el número de homicidios y asesinatos, mientras que los robos se mantuvieron muy por debajo del máximo de la década, que se dio en 2001.

“SIN COMPLACENCIA”

El vicepresidente añadió que exponía estos datos “sin complacencia”.

Al mismo tiempo, destacó que el factor clave en el descenso de la criminalidad es el aumento de las plantillas de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, que ha permitido aumentar la eficacia en combatir el delito.

En concreto, el titular de Interior señaló que en 2009 se registraron

1.777.465 delitos y faltas, mientras que en 2010 esta cifra fue de 1.745.313. Este descenso se da en los cuatro indicadores principales: delitos contra vida, integridad y libertad personal; delitos contra el patrimonio; faltas de lesiones, y faltas de hurto.

No obstante, Rubalcaba reconoció que estos datos son mejorables en los capítulos de robos con fuerza en viviendas y asesinato de mujeres maltratadas. Respecto a los robos con fuerza en las casas, éstos pasaron de 36,4 robos por cada 10.000 viviendas en 2009 a 39,5 robos en 2010.

Otro aspecto mejorable, según el ministro, es el asesinato de mujeres maltratadas, aspecto en el que dijo “las cosas no van bien”, aunque sostuvo que el sistema “está funcionando”. Aludió a que uno de los aspectos que se van a mejorar es tener en cuenta que muchos asesinos de mujeres tenían condenas por otros delitos, aspecto que se incluirá en los indicadores.

Por su parte, el portavoz del PP, Ignacio Cosidó, puso “en cuestión”

la fiabilidad de los datos del ministro, porque no incluyen comunidades como el País Vasco o Cataluña. Además, este parlamentario reclamó un “replanteamiento” de la lucha contra la violencia de género y que se tengan en cuenta fenómenos como el aumento de los delitos en el ámbito rural. A su vez, Emilio Olabarria, también incidió en mejorar el combate contra la violencia doméstica, en lo que también coincidió la parlamentaria de CiU Mercè Pigem.