En la rueda de prensa de presentación, Blanco apeló a su sentido “del deber y de la lealtad” para no valorar algo “que no corresponde valorar en este momento” como es la posible decisión de Rodríguez Zapatero de no optar a un tercer mandato y abrir con ello un proceso sucesorio.

No quiso matizar “ni añadir nada” a la contundencia con la que Marcelino Iglesias se mostró convencido de que no habrá ningún anuncio en ese sentido en el Comité Federal del próximo sábado, ni tampoco opinó sobre las reiteradas declaraciones del presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara.

“No seremos nosotros quienes desviemos la atención de lo mucho que se decide el 22 de mayo”, aseguró Blanco, convencido de que los socialistas no tienen “nada de lo que avergonzarnos” y sí “mucho de lo que sentirnos orgullosos”.

Su única reflexión sobre ese asunto fue para subrayar que Rodríguez Zapatero “siempre ha manejado bien los tiempos políticos” y ha tomado decisiones difíciles pensando en lo mejor para el interés general de España, por lo que se mostró convencido de que volverá a ser así, y de que sabrá conjugar eso con el interés del PSOE.

Eso es “patriotismo”, aseguró, y no el del PP que en un primer momento dice sentir “envidia” del proceso electoral precipitado en Portugal, denunció, porque eso es tanto como pensar “que cuanto peor vaya España, mejor”.

Por el contrario, aseguró, el Gobierno está centrado en trabajar para sacar a España de la crisis y “lo que conviene al país”, dijo al responder a una pregunta sobre el debate sucesorio, es “culminar las reformas” pendientes y consolidar la senda de recuperación.

Una vez convocadas las elecciones, los socialistas han desvelado algunas líneas generales de su mensaje y los principales actos del mes de abril, pero será cerca de Semana Santa cuando hagan lo mismo con la campaña propiamente dicha.

En todo caso, “para evitar portadas que se sustentan en la nada”, avanzó que Rodríguez Zapatero participará en “ocho o nueve” actos durante la campaña, más los seis que protagonizará desde el próximo fin de semana, lo que conforma una presencia “similar” a la de ocasiones anteriores.

"MUY ORGULLOSOS"

Lejos de esconderle, aseguró, “nos sentimos muy orgullosos de lo que hemos hecho” porque nadie como los socialistas, sentenció, impulsaron el estado del bienestar en tiempos de bonanza y lo defendieron ante las dificultades.

Pese a todo, insistió, “no toca” hablar de Rodríguez Zapatero, sino poner a cada candidato ante su propia responsabilidad, porque aunque el PP quiera responsabilizarle a él de todo, la gestión de sanidad valenciana es responsabilidad de Francisco Camps; el fracaso escolar en Murcia, de Ramón Luis Valcárcel; y la retirada de la gratuidad de los libros de texto en Galicia, de Alberto Nuñez Feijóo.

Ese es el sentido que los socialistas quieren dar a la campaña y ese es el motivo, reiteró, de la suspensión del acto previsto en Vistalegre, y de que él mismo haya rechazado una propuesta de debate con María Dolores de Cospedal, porque entiende que ella, como candidata, debe confrontar con José María Barreda.

En todo caso, explicó que dará “indicaciones” para que todos los candidatos socialistas debatan con sus oponentes, y se dirigirá al PP para que sea así también por su parte.

El PSOE quiere centrar la campaña en los asuntos que determinan “cotidianamente” la calidad de vida de los ciudadanos, y que se deciden en municipios y comunidades autónomas, y tratará de descubrir lo que considera “agenda oculta” del PP, revelada por ejemplo con la sugerencia del copago en sanidad y educación.

Denunció que Mariano Rajoy “estaba delante” cuando se sugirió esa idea, que luego los dirigentes del PP matizaron “porque vio el alcance de lo que se le venía encima y mandó parar, pero eso es lo que piensan”.

“Rajoy habla poco pero ha dicho unas cuantas cosas” sobre las que tendrá que posicionarse en esta campaña, como su defensa o no de la energía nuclear o el empleo de los autónomos, que han cerrado sobre todo en comunidades gobernadas por el PP, como Murcia o Galicia.

Aparcando el desgaste por la crisis económica, Blanco aseguró que el PSOE “no podía empezar con más fuerza” la campaña y por eso esta vez volverá a batir su propia marca de candidaturas al presentar más de 7.600 y preparando miles de actos en los que adecuará su programa marco a las propuestas específicas para cada territorio.