“Existe un plazo máximo de 7 días para realizar dicha comunicación al asegurador que conviene respetar”, indicó la compañía, para la que es “conveniente” que la póliza del seguro “esté al corriente de pago salvo causa justificada”. No obstante y para el caso de renovaciones de pólizas, desveló que “se admite un 'plazo de gracia' de un mes en el pago de dicha prima”.

Para dar un parte es preciso verificar primero que los bienes dañados se encuentran cubiertos a través de una póliza de seguro que esté en vigor. Al respecto recordó que existen exclusiones que son comunes y aplicables a este tipo de eventos como, por ejemplo, la congelación de tuberías y algunos daños consecuenciales o indirectos en las coberturas para empresas.

Sobre este último aspecto aconsejó, en concreto, “tener cuidado con las paralizaciones derivadas de congelación” y explicó que los trabajos preventivos o de mantenimiento “son vitales tanto para la disminución del siniestro como para que haya cobertura en caso de siniestro”.

En general, el bróker de seguros aconsejó, de hecho, que se efectúen “todas las labores que sean razonables y necesarias para minimizar los daños”, como podría ser limpiar, en la medida de lo posible, la nieve de tejados; retirarla en las zonas transitables o desbloquear las bajantes para que no se forme hielo, evitando inundaciones por congelación o rotura de las mismas. Según Marsh, estos trabajos “harán que se eviten reclamaciones o posibles excusiones comunes en las pólizas de Daños y Responsabilidad Civil”.