Según informaron fuentes de la ONG a Servimedia, ambas acciones comenzaron simultáneamente, en torno a las 10.00 horas. Su objetivo es exigir a ambos partidos "un compromiso claro y rotundo con el fin de la energía nuclear en España".

Según Greenpeace, en Ferraz la protesta se llevó a cabo con "calma", y los escaladores consiguieron desplegar la pancarta de "nucleares no" junto al logo socialista e hicieron sonar una sirena de alerta.

En Génova, sin embargo, Greenpeace dijo haber encontrado "mucha agresividad". "Los de seguridad se han puesto muy nerviosos", aseguran los ecologistas desde el blog de la ONG.

Los escaladores lograron subirse en la marquesina de la fachada, pero "la dureza de los equipos de seguridad" no les permitió desplegar la pancarta. En la puerta, varios activistas sujetaron una pancarta que rezaba "Fukushima nunca más".

En torno a las 10.30 horas, según Greenpeace, llegaron efectivos de la Policía que subieron a la marquesina y "arrastraron" a los activistas, "ayudados por la seguridad privada".

Minutos más tarde, la organización asegura que todos sus activistas habían sido desalojados de las marquesinas "de muy malas maneras".

En la sede del PP, la Policía sacó a los activistas "por una puerta lateral, donde les esperan varios coches policiales".