En rueda de prensa tras reunirse junto al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con los líderes de CCOO y UGT, Gómez afirmó que es más importante lograr el acuerdo que la fecha en la que éste se produzca, por lo que considera que “merece la pena esperar unos días”.

En este sentido, insistió en que “si se necesita algún tiempo más, el Gobierno no tiene ninguna dificultad en darlo”. También subrayó que, tras la reunión con los líderes sindicales, parece que “están en condiciones” de lograr el acuerdo.

No obstante, el responsable de Trabajo habló de dar “días” a los sindicatos, mientras que en una intervención anterior el secretario general de UGT, Cándido Méndez, apuntó que espera cerrar el acuerdo a mediados del mes de abril.

El ministro señaló que “si es cuestión de días” es mejor esperar al acuerdo, pero agregó que a los interlocutores sociales no se les puede dar “todo el tiempo del mundo”.

Por otro lado, Gómez recordó que, aunque la reforma laboral daba seis meses a sindicatos y empresarios para pactar la reforma (plazo que se cumplió el pasado sábado, 19 de marzo), en realidad el tiempo del que han dispuesto para avanzar ha sido de sólo de mes y medio, debido a los cambios en la cúpula de la CEOE y a la negociación del Acuerdo Social y Económico.

“Si se necesita más tiempo para culminar el proceso con acuerdo, nuestra economía y nuestro mercado de trabajo saldrán mucho más beneficiadas de un acuerdo que una ley impuesta por el Gobierno”, dijo Gómez, quien matizó que esto es así “si es de días de lo que la espera se trata, y parece que es de días de lo que se trata”.

Sobre el contenido de la reforma, el responsable de Trabajo apuntó que no incluirá un cambio del modelo de fijación de los salarios ya que esa es una materia que se debe abordar en los convenios colectivos.

En este sentido, subrayó que se debe de distinguir la reforma de la ley, que es lo que están negociando sindicatos y empresarios, “del debate sobre la vinculación de los salarios a la productividad”.

Además, apuntó que en España “desde siempre” los salarios han estado vinculados parcialmente a la productividad. Sobre este tema, advirtió de que no debería relacionarse al 100% el incremento de los salarios con la ganancia de productividad de las empresas, ya que eso acabaría con el futuro de las compañías.

Por último, sobre la cumbre europea de este jueves y viernes, Gómez apuntó que los documentos que por ahora se han presentado “ponen buen cuidado en respetar las tradiciones nacionales”, es decir, “la forma en que cada país aborda la revisión de sus condiciones de trabajo”.