De ellos, 1.026 accidentes mortales ocurrieron en los centros de trabajo y los 330 restantes "in itinere", es decir, cuando los trabajadores iban o regresaban de sus empresas. Estas cifras son inferiores a los 1.116 siniestos mortales registrados en los centros de trabajo en 1993 y los 416 sufridos "in itinere".

Durante 1994 se registraron un total de 571.826 accidentes laborales que dieron lugar a baja para el trabajador, 480 menos que el año anterior. La mayor parte ocurrieron en jornada de trabajo, un total de 537.625 (526.237 de carácter leve, 10.362 graves y 1.026 mortales), cifra muy similar a la de 1993 (537.848 siniestros).

Los trabajadores sufrieron, además, 34.201 accidentes al ir o volver de su trabajo que les obligaron a coger la baja laboral, 257 menos que el año anterior. El número de trabajadoes que sufrió enfermedades laborales también bajó, pasando de 4.849 en 1993 a 4.804 en 1994.

La mayoría de los 1.026 accidentes mortales ocurridos en jornada de trabajo se registraron en el sector servicios, un total de 390, seguido de la industria (274), la construcción (242) y la agricultura (120 siniestros mortales).

CATALUÑA, A LA CABEZA

Cataluña fue la comunidad autónoma que registró la mayor siniestralidad, con un total de 217 trabajadores que fallecieron en accidentes laborales, seguida e Andalucía (176), Madrid (162), Valencia (130), Galicia (118), Castilla y León (94), País Vasco (91 personas).

Estas siete comunidades autónomas concentraron un total de 988 accidentes de trabajo, lo que representa el 72,8 por ciento del total de siniestros laborales mortales ocurridos en todo el país durante el año pasado.

Por provincias, Madrid se situó a la cabeza, con un total de 162 accidentes de trabajo mortales en 1994. A continuación se sitúan Barcelona (155 siniestros), Valencia (78), Aturias (64), La Coruña (47), Pontevedra (47), Vizcaya (44), Murcia (41) y Navarra (33 muertos en accidentes laborales).

La cifra de trabajadores muertos en accidentes laborales en 1994 es la más baja de los últimos años. Desde 1989, cuando se registraron 1.981 siniestros mortales, el número de accidentes ha ido descendiendo paulatinamente hasta situarse en 1.356 siniestros mortales en 1994.