Libia. Jiménez reconoce “discrepancias” en la UE sobre la exclusión aérea, por “miedo a las consecuencias”
- Siria niega el envío de armas a Gadafi y rechaza la zona de exclusión
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La ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, reconoció este martes en Damasco que en el seno de la Unión Europea hay “discrepancias” sobre el establecimiento de una zona de exclusión aérea en Libia, por “miedo a las consecuencias”.
En una larga rueda de prensa junto a su homólogo sirio, Walid Al-Moallem, Jiménez dijo que en la UE “no existe una postura única y unánime, igual que no existe en la Liga Árabe”, pero “lo que sí ha manifestado de manera unánime la UE es que quiere que Gadafi acabe con la violencia a su gente”.
A su juicio, no existe esta unidad por “una cuestión bastante razonable”. “Todos, gran parte de los países, tienen miedo de las consecuencias que puede tener el establecer una zona de exclusión aérea y lo que pueda ocurrir en el futuro”, apuntó.
Además, agregó que “incluso algunos países ponen en cuestión la eficacia de la zona de exclusión” y “no todos ven con la misma claridad que si se establece una zona exclusión, se pueda parar la violencia que existe en Libia”.
POSICIÓN DE SIRIA
Postura similar adopta Siria, que, según su ministro de Exteriores, está a favor de “frenar el derramamiento de sangre” en Libia, pero se manifiesta “en contra de la intervención militar en la región”. Sin embargo, la Liga Árabe, a la que pertenece Siria, se ha mostrado a favor de esta decisión.
Moallem se preguntó si zona de exclusión es intervención militar y si los países árabes han agotado todas las iniciativas diplomáticas, así como si esta acción sería el punto de partida de una operación militar en la zona, lo cual sería contraproducente.
Destacó que en Siria están “muy preocupados” y abogan por el cese de la violencia. “Siempre respaldamos al pueblo libio, queremos que la situación cambie en este país”, y están “interesados en la integridad del pueblo, la independencia y la integridad del país”.
Además, negó que pilotos sirios estén participando en los bombadeos de las zonas orientales y que Siria haya enviado barco alguno con armas para el régimen de Gadafi.
BAHREIN
Por otra parte, preguntada sobre el envío de tropas de Arabia Saudí a Bahrein, Jiménez dijo que es fruto del Consejo de Cooperación del Golfo y que “no tiene nada que ver con lo que está ocurriendo en Libia”.
En cuanto a su reunión con el presidente libio, Bassar Al Assad, la ministra dijo que han hablado de los “cambios en el mundo árabe de manera franca, muy directa y muy abierta, y han analizado los hechos en Egipto y en Túnez, donde se están sucediendo cambios con consenso y gran respeto en la propia sociedad”.
Sin embargo, confesó que Assad no le trasladó, porque tampoco le correspondía, las reformas que tiene previsto acometer. A este respecto, el ministro sirio dijo que “existe un plan de reformas, tanto a nivel local como parlamentario", y que para ello el Gobierno mantiene un “contacto diario con el pueblo”.
La visita de Jiménez a Damasco coincide con la segunda convocatoria de un “día de la ira”, para pedir reformas en la línea de Túnez o Egipto. Según periodistas locales, esta convocatoria no tendrá éxito porque no hacen falta reformas. El presidente Assad está haciendo cambios, dicen, y el pueblo todavía tiene esperanzas en los cambios. Alguno se aventuró a decir que si en dos o tres años no se acometen, en Siria podría cambiar la situación.
Según dichos periodistas sirios, presentes en la rueda de prensa, Siria es un país seguro donde sólo existen los problemas normales que tiene cualquier país.
(SERVIMEDIA)
15 Mar 2011
MML/caa