Estas personas, que mantuvieron cortada la Puerta del Sol durante una hora y esgrimieron pancartas en las que hacían patente su disconfirmidad, mostraron así su rechazo al cierre de los centros Magerit, Arganda y Fray Bernardino y al posterior traslado de los trabajadores y usuarios de los mismos a otras instalaciones, en las que, según explicó a Servimedia la concejala socialista de Discapacidad en el Ayuntamiento de Madrid, Carmen Sánchez Carazo, no se cuenta con las medidas de seguridad adecuadas.

Sánchez Carazo atribuyó lo ocurrido a una "falta de planificación y gestión" por parte del Gobierno de Esperanza Aguirre y denunció que los centros a los que han sido trasladadas estas personas no están preparados para acoger a sus usuarios.

Por su parte, un familiar de una persona usuaria de uno de estos centros indicó a Servimedia que la Comunidad de Madrid no ha facilitado ninguna información legal sobre por qué ha adoptado esta medida y pidió la reapertura del Centro Magerit, ya que no existe en él ninguna deficiencia que haga necesario su cierre.