La titular de Defensa estuvo acompañada durante la videoconferencia por el jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), general Miguel Ángel Villarroya, un acto telemático en el que ambos tuvieron la oportunidad de departir con el jefe del contingente español desplegado en Líbano, coronel Javier Antonio Miragaya, y con varios de sus miembros.

Robles comenzó su alocución constatando que tenía previsto haber viajado estos días a Líbano para felicitar personalmente al contingente español allí desplegado las fiestas navideñas, si bien la incidencia de la pandemia le ha llevado a optar por la prudencia y a posponer para mejor ocasión esta visita.

La ministra agradeció a los militares españoles “el espíritu que tienen”, su “profesionalidad”, el sacrificio que hacen sus familias y su compromiso de “no dejar solo a ningún compañero”.

Tras lamentar los problemas que el referido contingente ha tenido con el suministro de alimentos, les comentó que 2020, a pesar de la pandemia, ha permitido a los militares tener un “motivo doble de satisfacción”: el de “cumplir con su deber en España”, en el marco de las labores que las Fuerzas Armadas han realizado durante la pandemia, y el de representar “los valores de la paz” que defiende el país en las distintas misiones internacionales en las que participan.

Luego de desear que 2021 sea “un año bueno para España, para el Líbano y para todo el mundo”, celebró la labor que el Instituto Cervantes realiza en el país de los cedros como la constatación de que “los idiomas tienen que ser un instrumento de paz, y qué mejor instrumento de paz que el idioma tan bonito que tenemos: el español”.

Robles saludó la labor realizada por los sanitarios durante 2020, lo que le dio pie a considerar una “magnífica noticia” que el contingente español en Líbano no se haya visto afectado por ningún caso de coronavirus. “Que dure”, deseó.

Por último, explicó que la videoconferencia pretendía ser “una cosa humana” en representación de los aproximadamente 2.300 militares españoles desplegados en misiones internacionales, que actúan con “profesionalidad, generosidad y humanidad”.

Por su parte, el Jemad deseó un feliz año a los militares en Líbano a quienes agradeció el “sacrificio y la disposición” con la que cumplen sus cometidos, a pesar de la distancia física y emocional que les separa de España y de sus familiares, mitigada en parte por los medios telemáticos.

Por último, se enorgulleció de que la presencia de los militares en Líbano pone de manifiesto el compromiso de España con la ONU y con el desarrollo de este país.